El
emblemático año del movimiento mundial cooperativo está por
terminar, ante lo cual sus dirigentes lanzan un último mensaje
resonante: las cooperativas son capaces de promover una transición
hacia una economía socialmente más responsable.
08.10.2012
· IPS
·
Beatriz Paez (Toronto)
Este
concepto será central en la Cumbre
Internacional de Cooperativas,
que reunirá a más de 2.000 personas en la ciudad canadiense de
Quebec desde este lunes 8 al viernes 12.
En
el marco del Año
Internacional de las Cooperativas,
proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Monique
Leroux, directora ejecutiva de Desjardins, el mayor grupo financiero
cooperativo de Canadá, pensó que era hora de cumplir su sueño de
organizar un gran encuentro. “Queremos aprovechar la cumbre para
asegurarnos de que el mundo en general, y los gobiernos, en
particular, comprenden mejor el movimiento cooperativo”, explicó
Leroux. “Debemos hacer un mejor trabajo para difundir quiénes
somos”, apuntó.
Desjardins se asoció con la no
gubernamental Alianza Internacional de Cooperativas (AIC) para crear
un marco en el que se puedan forjar nuevas redes y soluciones para
impulsar el movimiento. El cambio hacia un nuevo paradigma económico
está en marcha, y es hora de que las cooperativas demuestren su
valor porque hay una ola de desencantamiento con el sistema económico
actual, observó Charles Gould, director ejecutivo de AIC.
Las cooperativas tienden a surgir en
respuesta a una necesidad desatendida en una comunidad. Algunos
valores centrales en los que se basa el modelo cooperativo son:
autoayuda, democracia, equidad, igualdad y solidaridad. Estos pautan
la forma en que se toman las decisiones. Estos valores implican que
los intereses de las comunidades serán tenidos en cuenta en
cualquier cálculo empresarial.
Frente a la crisis financiera, el
modelo cooperativo probó su resiliencia gracias a que los directivos
son responsables frente a sus miembros, indicó Leroux. La regla de
que un miembro es igual a un voto significa que los intereses de la
mayoría no perjudican al resto. “Es un modelo más sostenible, no
corre riesgos desconocidos porque no trata de maximizar sus
beneficios”, explicó Gould “Creemos que es factible pensar que
en 2020 el modelo cooperativo será la estructura empresarial de
mayor crecimiento en el mundo”, opina. “Hemos preguntado a las
cooperativas y a sus miembros qué tendría que cambiar para que pase
eso”.
Gould identificó varias áreas que
ayudarán a impulsar el movimiento y promover su perfil como
alternativa viable a la clásica estructura corporativa. Las
cooperativas necesitan nuevas formas de reunir capital que estén
alineadas con sus valores.
La cumbre es una oportunidad para que
Desjardins y sus socios compartan sus novedades sobre la creación de
productos financieros, servicios de crédito pensados para reflejar
el contexto de una comunidad, indicó France Michaud, supervisora de
comunicaciones de Developpement International Desjardins (DID).
Además de reunir capital, las
cooperativas también deben trabajar mejor para promover y mencionar
su identidad, dando a conocer el modelo y sus valores al público en
general, apuntó Gould.
Marcas como Ocean Spray y Sunkist son
conocidas pero no siempre definidas como ejemplos de cooperativas.
Hay varias concepciones erróneas sobre
las cooperativas que les restan importancia en la economía, indicó
Stephanie Guico, coordinadora del Programa Futuros Líderes de la
cumbre.
El alivio a la pobreza es central en el
mandato de muchas cooperativas, pero mucha gente suele no darse
cuenta de que son empresas implicadas en su sostenibilidad, añadió
Guico. Para que prospere el modelo cooperativo, el marco legislativo
y normativo debe ajustarse. “Hay muchos países donde el régimen
empresarial gira en torno a las empresas porque ha sido el modelo
dominante”, dijo Gould a IPS. “Debemos asegurarnos de no estar
sujetos a restricciones que fueron impuestas para evitar problemas
que sufren otras estructuras”, añadió.
Gould señaló que los gobiernos de
China e Irán están interesados en el modelo cooperativo, y que esos
países están en su lista de países para observar su crecimiento.
“Algunos
de ellos reconocen la necesidad de opciones a las empresas estatales
y de observar cuánto ha cambiado la economía global”, indicó.
“Pero no quieren caer en modelos capitalistas y se preguntan si una
cooperativa puede ser una forma de que la gente apunte hacia la
autoayuda”, añadió.
En Quebec, el trabajo preliminar hacia
una economía alternativa se gesta con una variedad de pequeños
esfuerzos encabezados por miembros del movimiento cooperativo global,
indicó la socióloga Laure Waridel, invitada a participar en la
cumbre.
También mencionó, como ejemplo, una
granja orgánica local que optó por subsistir con ayuda de los
clientes dispuestos a pagar por adelantado por su parte de la
cosecha.
Waridel, también reconocida como
pionera del comercio justo, estudia los esfuerzos de agricultores de
Quebec para crear un ingreso sustentable. “Me interesa encontrar
los puntos de conexión entre las muchas iniciativas de Quebec que
son consideradas marginales”, dijo a IPS. “Si las juntas ves que
constituyen una propuesta para otra economía”, añadió.
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