miércoles, 6 de febrero de 2013

Sin calorías… ¿y con tóxicos?

6 de febrero de 2013
Managua, Nicaragua|elnuevodiario.com.ni
Petronila Terán | Opinión

La paradoja del siglo: entre más y mejores medicinas, más enfermedades. No puede esperarse menos si estamos ingiriendo productos químicamente contaminados en vez de alimentos naturales. Si antes el historial clínico del paciente requería datos del fumado y consumo de alcohol, ahora han de incorporarse la frecuencia y cantidades del consumo de: gaseosas y líquidos endulzados con Jarabe de Maíz de Alta Fructosa, con aspartame (bebidas ligth), el consumo y frecuencia de Splenda, de alimentos conteniendo Glutamato Monosódico. Tóxicos con efecto acumulativo, causantes de las nuevas y numerosas enfermedades.

Monsanto adquirió de Searle la patente de aspartame en 1985. La patente se venció y bajó tanto de precio que es el endulzante de las bebidas y postres bajos en calorías de las grandes corporaciones. Anteriormente hablamos del aspartame, si en su momento los médicos fueron informados de su toxicidad, ya deberían haber alertado a la población sobre el consumo de las bebidas ligth.

El edulcorante doméstico de moda es la Splenda (sucralosa). Como es derivado de la sacarosa la industria sugiere al consumidor que es un producto inocuo, pero no se parecen. Efectos de la sucralosa: en el intestino disminuye a la mitad las bacterias buenas, cambia el grado de acidez y eleva proteínas relacionadas con la absorción y utilización de medicinas tomadas.

La sucralosa también inactiva enzimas (proteasas intestinales), todos estos cambios pueden explicar el súbito y exagerado aumento de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal sufrido en Canadá después de ser legalizado el uso de la sucralosa e introducido en sin número de bebidas, dulces y postres (Q Xiaofa, Canadian Journal Gastroenterology- 2011).

Aunque la cantidad de sucralosa en cada sobre es poca, personas diabéticas o que buscan la salud evitando el azúcar en su alimentación, utilizan al menos de seis a ocho sobres diariamente. Consumidores de Splenda tratados por médicos han informado sufrir de malestares en órganos y sistemas: ojos, cabeza, garganta, lengua, corazón, articulaciones, respiratorios, neurológicos como mareos y disminución de la concentración, ampollas en la piel, erupciones y gases en el intestino, náuseas, dolor, diarrea. Malestares que desaparecen al suprimir Splenda.

La sucralosa se obtiene trastocando la molécula de sacarosa. Al sustituir a los grupos hidroxilos por cloruro se convierte en un clorocarbono inalterable, donde cada molécula del azúcar clorinado contiene tres de cloruro. Nuestro cuerpo no tiene enzimas para romper este tipo de enlaces con el cloruro. Se absorbe íntegro, 15% pasa a la sangre y se almacena en la grasa.

Así como el aspartame fue aprobado por la FDA a pesar de haber demostrado su toxicidad en animales de experimentación, la sucralosa también ha fallado en estudios clínicos controlados con animales. A ratas y monos investigados la sucralosa les produce reducción del timo (asiento biológico de la inmunidad) e inflamación del hígado, según el Investigador, Médico y Bioquímico James Bowen, por más de veinte años estudioso de los efectos de los edulcorantes artificiales, quien afirma que por ser un clorocarbono más bien se parece al DDT que al azúcar.

Actualmente muchas bebidas ligth o diet pueden contener aspartame o sucralosa o ambos. La última estrategia de mercadeo es presentar ¨Splenda essencials¨, que contiene ínfimas cantidades de vitaminas y fibra. Esto puede sugerir a los consumidores que contiene nutrientes al igual que las frutas y verduras. Realmente la cantidad es tan mínima que no proporciona beneficios para la salud.

En Nicaragua personas con diabetes u obesidad sustituyeron el edulcorante aspartame por sucralosa y nadie preguntó la razón. Ya que diversas asociaciones norteamericanas como la de la Diabetes, la Asociación Americana Dietética y la Conference of the American College of Physicians enmudecieron ante la aprobación del aspartame, seducidos por el generoso patrocinio de la Monsanto para sus actividades.

Se espera que más tarde que nunca la adición del aspartame y de la sucralosa a productos comestibles lleguen a ser prohibidos. ¿Cuándo sucederá? Cuando las grandes corporaciones como la Cargill y la Monsanto dispongan de suficiente producción de su estevia transgénica para cubrir el mercado mundial y la FDA, que baila el son que le tocan, lo decida. Para el 2015 Cargill tendrá sembradas 10 mil Hectáreas de estevia en Argentina. Su edulcorante con estevia patentado contiene químicos y además excluye el componente protector de la salud que contiene la estevia natural. Estevia: tema de nuestro próximo artículo.

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