- La escasez de petróleo ha desembocado en la búsqueda de gases no convencionales a través del fracking
- Esta técnica que se practica en Estados Unidos desde hace décadas es fuertemente criticada por sus supuestos efectos contaminantes y perjudiciales para la salud.
- En España, la oposición entre la población es cada vez mayor mientras el Partido Popular, CIU y UPyD votaron en contra de una moción de Izquierda Plural para prohibir esta polémica práctica en España.
18.03.2013
· Gloria
Martínez
·
(Valencia)
¿Qué
es el fracking?
El
fracking es la técnica utilizada para perforar el suelo a través de
un pozo y así poder extraer gas. Consiste en introducir agua y
productos tóxicos a más de 2500 metros bajo tierra. La presión
rompe la roca e hiela el gas. “El líquido contiene una mezcla de
596 productos químicos. Se puede hidrofracturar un pozo hasta 18
veces. Se perfora el pozo verticalmente, atravesando acuíferos,
hasta llegar a la capa de roca donde está el gas. Ahí se perfora
casi de forma horizontal, profundizando más de tres kilómetros la
superficie terrestre y ahí inyectamos agua a presión con una
cantidad de aditivos (biocidas con concentración baja que puede
cargarse todos los peces sin problemas, productos cancerígenos …)
para agrandar las grietas y atraer el gas hacia el pozo”, explica
Aitor Urresti, Profesor de la Universidad del País Vasco, portavoz
de EQUO en esta tierra y miembro de la plataforma antifracking de
Bizkaia.
“Hasta
ahora hemos estado usando un recurso que se podía extraer de manera
más o menos sencilla. El gas o el petróleo nunca está en una gran
gruta sino en los poros de las rocas, normalmente en areniscas o
calizas. Rocas que si bien tienen gran porosidad, no permiten muy
bien el paso de hidrocarburos: gas pizarra, esquisto, shalegas,
petróleo de pizarra, petróleo de esquisto… Tenemos que pensar en
la arcilla, un material que absorbe muy bien el agua pero muy
impermeable hacia atrás. Para eso generan las fracturas, para
aumentar la permeabilidad, la conexión entre los poros. Meter agua a
lo bestia para romperlos”, detalla Urresti.
¿Por
qué ahora?
EE
UU es el único país en el que está técnica se ha utilizado a gran
escala: ya se han perforado más de 50.000
pozos.
Samuel Martín-Sosa, responsable del área Internacional en
Ecologistas en Acción, explica a Periodismo Humano que “las
empresas americanas y canadienses están intentado meter el pie pero
de momento, hasta donde sabemos, no hay explotación como tal. En
Polonia, Alemania, Reino Unido hay pozos en los que se está
investigando pero está todo en paños menores”. Continúa
relatando que “hace unas semanas hubo una reunión en Viena con
representantes del sector donde vieron que en EE UU la técnica vino
de la mano de una facilitación normativa que les ha permitido una
expansión muy rápida: se les eximió de la reglamentación sobre
calidad del agua potable, del aire, se les facilitó incentivos
fiscales, no están obligados a revelar las sustancias empleadas…
Se pensaban que iban a encontrar lo mismo aquí pero la realidad ha
sido una presión popular fuerte que ha obligado a la Comisión
Europea a replantearse si tiene un marco normativo legislativo
adecuado para el desarrollo de esa actividad”.
El
Parlamento Europeo fue uno de los primeros que hizo un informe
bastante crítico en 2011 y la Comisión Europea está encargando
nuevos estudios que indican que hay muchos agujeros legislativos. “La
industria tiene claro que Europa tiene que aceptar que haya
legislación especializada para intentar ganar la batalla mediática.
Lo que parecía que todo el mundo asumía es que una vez que
estuvieran los 100 primeros pozos de investigación en Europa, esto
sería imparable porque muchos gobiernos no iban a poder renunciar a
ese caramelo goloso de los empleos, y que si la industria pone dinero
para la investigación no habría marcha atrás. Por eso es tan
importante la batalla mediática”, subraya Martín-Sosa. “En
España ha habido sondeos pero no se ha perforado aún por la presión
ciudadana y de ayuntamientos. Hay países donde se han aprobado
prohibiciones a moratorias que políticamente han servido para
contener la protesta popular y que están intentado ser derribadas
por la industria”, añade.
“Hemos
llegado al límite máximo de producción de hidrocarburos. La
previsión es que el uso del gas no convencional aumente de forma
bastante notable. Ante la escasez, vamos a agarrarnos a lo último
que nos queda: agua a presión y productos químicos”, afirma Aitor
Urresti.
Un
camión en la autopista de Bradford transportando entre 3 y 8 galones
de agua,
arena y productos químicos
para realizar un proceso de fracking (Greenpeace)
|
¿Por
qué en España?
”Esto
viene de EEUU, que se vende como el mayor exportador de gas sólo por
detrás de Rusia. Europa intenta replicar pero afortunadamente aquí
las leyes medioambientales son más estrictas, el propietario de los
recursos naturales no es el propietario del terreno como en EE UU, la
sensibilidad ambiental de los europeos es algo mayor…Países como
Francia o Bulgaria han legislado en contra”, explica a Periodismo
Humano Julio Barea, responsable de campaña de Residuos y Energía en
Greenpeace.
En
el informe de Ecologistas en Acción “El
fracking en el Estado español. Situación, amenazas y resistencia”
[pdf]
se refleja cómo Aragón, Castilla y León y Andalucía son las áreas
más afectadas por el número de licencias. “El País Vasco es el
que más abiertamente apuesta por el fracking, con una administración
pública dispuesta a cambiar la legislación para ello”.
En su
estudio de Ecologistas en Acción se denuncia que “se registran
casos especialmente problemáticos, como el de las licencias
solicitadas en la vega andaluza del Guadalquivir muy cerca de
acuíferos. También es reseñable la amenaza a acuíferos en el
norte de la península (como el de Subijana), de los que depende el
abstecimiento de cientos de miles de ciudadanos. Otros permisos como
los de Castilla-La Mancha podrían afectar a espacios protegidos como
las Lagunas de Ruidera.”
Julio
Barea comenta que en España hay pedidas un centenar de
autorizaciones para hacer prospecciones de los que hay concedidos la
mitad, en diferentes provincias y Comunidades Autónomas, pero no aún
se han realizado ninguna de esas prospecciones. “Estamos en un
estado inicial pero hay cuatro empresas importantes que han hecho una
especie de coalición y han creado Shell Gas España, se están
coordinando para promover el fracking porque están viendo que hay
problemas”.
En el
Congreso, el pasado 14 de Febrero se votó una moción presentada por
Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) ) para pedir la prohibición del
fracking en España. Votaron en contra de la prohibición PP, CiU y
UPyD ; a favor de que se prohiba: Izquierda Plural, PSOE y el resto
del Grupo Mixto y PSOE. Se abstuvieron PNV, FAC y UPN.
Gasoductos
en Bradford, donde según
el
Pittsburgh Tribune Review los 30.000
kilómetros
de conductos que hay en la
actualidad
se podrían cuadruplican en
los
próximos 20 años (Greenpeace)
|
¿Cuáles son los riesgos del fracking?
ONGs
como Ecologistas en Acción o Greenpeace, entre otras, mantienen
desde hace meses una campaña para advertir sobre los riesgos del
fracking: contaminación de las aguas subterráneas y atmosférica,
emisión de gases de efecto invernadero (metano), terremotos
(sismicidad inducida), contaminación acústica e impactos
paisajísticos. Además hay que contemplar los derivados del tráfico
de camiones para transportar el gas extraído, el consumo de agua y
la ocupación del territorio.
Martín-Sosa
sostiene que “la industria se cansó de decir que no hay casos de
contaminación, que el gas es inocuo… Hasta que a final del año
pasado la EPA (Agencia de protección medioambiental americana)
corroboró que en Wyoming habían aparecido sustancias químicas en
acuíferos que surtían de agua a la población cercana procedente de
uno de los pozos explotados mediante fracking. Perforando se
atraviesa el acuífero, el fluido de la fractura queda ahí en un 80
por ciento… Nadie garantiza lo que va a pasar. Es un riesgo tan
inasumible que no hay forma de hacer una buena regulación porque va
a seguir siendo peligroso”.
Ecologistas
en Acción denuncian que un 80 por ciento de los permisos de
investigación solicitados o concedidos en España se encuentra sobre
acuíferos. “Además, más de la mitad de los acuíferos afectados
son de tipo calcáreo o carbonatado, que resultan especialmente
sensibles a la contaminación por los productos químicos que
contiene el fluido utilizado en el fracking”, destaca la ONG.
Explican que “actualmente más
de 30% de la población española (14 millones de personas) se
abastece de acuíferos.
Se da la circunstancia de que existen numerosos municipios en las
zonas donde se pretende llevar a cabo la extracción de gas mediante
fracking que se abastecen directamente del agua de los acuíferos que
podrían verse contaminados de manera irreversible por el empleo de
esta técnica, suponiendo un grave riesgo para la salud de las
personas. Además, algunos permisos de investigación afectan
directamente a parajes de gran interés natural, como por ejemplo las
Lagunas de Ruidera, en Ciudad Real, o las Merindades en Burgos, con
el consiguiente daño ambiental a los ecosistemas acuáticos.
“Si
lo que hacemos es meter agua a presión que genera grandes fracturas,
no tenemos ningún control sobre cómo se generan las fracturas, no
sabemos si va a tocar un punto de débil y en lugar de 10
metros se extiende 100 y si en esa extensión llega a una falla que
conecta con un acuífero. Lo que se aduce es la contaminación
directa pero en EE UU hay casos de llegar a acuíferos de agua
potable mediante pozos abandonados. En Álava, que es la zona de más
interés ahora mismo, tenemos un centenar de pozos abandonados. El
riesgo es más que posible”, comenta Aitor Urresti.
Tras
la contaminación de los acuíferos, destaca el riesgo de la
contaminación atmosférica. Greenpeace indica en un informe
que “se ha registrado benceno, un potente agente cancerígeno, en
el vapor que sale de la “pozos de evaporación”, donde a menudo
se almacenan las aguas residuales del fracking. Las fugas en los
pozos de gas y en las tuberías también pueden contribuir a la
contaminación del aire y a aumentar las emisiones de gases de efecto
invernadero. El gran número de vehículos que se necesitan (cada
plataforma de pozos requiere entre 4.300 y 6.600 viajes en camión
para el transporte de maquinaria, limpieza, etc.) y las operaciones
de la propia planta también pueden causar una contaminación
atmosférica significativa si tenemos en cuenta los gases ácidos,
hidrocarburos y partículas finas”.
Corrobora
Urresti que “el gas que sacamos es metano, varias veces más
perjudicial que el C02. En los pozos de gas siempre hay escapes
porque para que funcione la maquinaria se aprovechan esas pequeñas
fugas de tensión. Cuando se perfora el pozo, cuando se llega a la
zona del gas, se quema la chimenea durante varios meses provocando un
gran daño a la atmósfera. Además, en cada pozo estamos inyectando
entre 9 mil y 30 mil metros cúbicos de agua con los elementos
tóxicos. Hay muchos accidentes de carretera en EE UU ligados al
fracking”.
Urresti
explica que no nos debemos olvidar riesgos como los terremotos:“Si
lo que hacemos es meter agua a presión en el subsuelo,
inevitablemente eso va a generar movimientos que pueden activar
fallas que estén más o menos latentes o reactivar zonas sísmicas y
provocar terremotos”.
¿Qué
se puede hacer?
En
EE UU la oposición al fracking se hace visible a través de
representaciones
teatrales
a declaraciones de conocidos
actores,
pasando por canciones.
Pero
sin duda la acción más conocida es el documental “Gasland”
de Josh Fox que optó a los Óscar en 2011. El documental sacudió a
la opinión pública al denunciar la excavación por fracking en 34
estados, 450000 pozos, multiplicado por 18 (las veces que se
puede fracturar un pozo), multiplicado a su vez por 28 millones de
litros… 40 billones de litros de agua con 596 productos químicos.
Muestra no solo el daño directo para el medio ambiente sino también
testimonios de personas que denuncian haber sufrido problemas con el
agua potable a raíz de las perforaciones y otras problemas de salud
neurológicos por la emisión de gases. Hasta agua en los hogares tan
contaminada que se inflama. Relata que en Garfield (Colorado, EE UU)
se hizo el primer estudio preliminar sobre los efectos de los pozos
de gas en la salud humana: siete investigadores de la Universidad de
Colorado encontraron en el aire y en el agua alarmantes índices de
contaminación. Documenta estudios que hablan de las repercusiones en
materia de cáncer y de neurotoxinas.
Carol
French, del Pennsylvania Landowner Group for the Awareness and
Solutions
(PLGAS), muestra unrecipiente
con agua contaminada tras la irrupción del fracking
en los
alrededores de su casa.
|
En
España no se ha llegado a esa situación contestataria pero sí que
son muchos los ciudadanos que han mostrado su oposición a través de
las plataformas, como “Municipios
Libres de Fracking”
integrada por habitantes de Araba, Guipúzkoa, Bizkaia, Burgos, Soria
y Cantabria.
Algunos
casos concretos de lucha : Euskadi y Comunitat Valenciana
La
primera plataforma que que se creó, en diciembre de 2011, fue la de
Álava. La realidad de que los sondeos iban a ser inminentes provocó
que gente de distintas zonas se congregaran. El trabajo se planteó a
nivel de municipios: se quería generar la figura del municipio libre
de fracking. Para ello daban charlas y presentaban mociones en los
ayuntamientos.
“Queremos
presentar una Iniciativa Legislativa Popular para prohibir tanto el
fracking como la exploración y explotación de los hidrocarburos no
convencionales,es decir no dejar ninguna puerta abierta”, comenta
Urresti.“En Euskadi, los permisos de investigación que tiene
previsto la perforación de 16 pozos (lo habitual es uno o dos) no
son para investigación sino producción. Es una empresa pública que
utiliza artimañas para evadir impuesto porque el canon es muy
diferente por un permiso de investigación que de producción. Pide
un informe a la Agencia del Agua. En función de ese informe concreto
que es al lado del pozo de Armendia, y por alguno extraño motivo
deciden que esa zona no precisa de informe de estudio ambiental.
Luego lo cambian, 100 metros más allá, en una zona que está en
trámites de ser espacio protegido. Como eso no es viable, el propio
gobierno cambia la ley para permitir la exploración de hidrocarburos
y actividades mineras. Buscan conseguir el apoyo de PNV que tiene
bastante interés en la minería en Euskadi. Nosotros queremos que se
haga un estudio de impacto ambiental del conjunto pero eso no lo
hemos conseguido. Se han hecho de cada uno de los pozos, estudios
bastante suaves y como si cada cosa estuviera aislada. Se ha
conseguido parar los sondeos que se iban a hacer en Álava, que no
den permisos de obra”.
Urresti
explica que no se sabe qué cantidad de recursos se podría extraer
pero igualmente “te cargas todo el territorio. Lo más gracioso es
que la empresa que lo quiere desarrollar es una empresa
pública, Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi. La propia empresa va
en contra de los intereses de la ciudadanía”
En
contraste con el camino andado por las plataformas vascas está el
ejemplo de la Comunidad Valenciana, donde la Plataforma Fracking
Comarques de Castelló está dando sus primeros pasos. Denuncian que
pueden verse afectados 41 municipios, una extensión de 1950
kilómetros cuadrados. De momento se han opuesto 16 municipios. Sergi
Alejos, uno de los miembros de la Plataforma, relata que “la
Consellería aún no se ha posicionado y de momento parece que nos
tiene respeto. Hemos conseguido que no se nos vincule con partidos
políticos. Uno de los problemas es que los municipios están muy
dispersos y dificulta el organizarse. Estamos sobre el acuífero del
Maestrat, uno de los más grandes de la zona mediterránea, y está
afectado de lleno por tres proyectos de fracking. Decimos que hay un
alto riesgo y hay geólogos que nos dicen que el riesgo es
inevitable. La mitad de los pozos se abastecen directamente del
acuífero del Maestrat por lo que el agua potable de Castellón corre
un serio riesgo. La envergadura del problema va más allá de 41
municipios”.
Alejos
reclama
más información por parte de la Administración
y relata que el 4 de febrero se publicó en el Diari Oficial de la
Generalitat que no se admitía a trámite una Proposición de Ley
para regular el fracking. “Eso significa que ni se ha debatido.
Creemos que es un tema lo suficientemente serio para que por lo menos
se hable. Es lo que ellos intentan, que la ciudadanía conozca la
problemática. Nos centramos en la presión a todos los niveles:
administraciones e informar a la ciudadanía porque no tiene ni
idea”, argumenta Sergi.
¿Hay alternativas?
Todos
coinciden en que la solución es un cambio del modelo energético.
“La única justificación que tiene la fracturación hidráulica es
que necesitamos un recurso, y como no queremos cambiar, somos capaces
de hacer cualquier cosa, hasta cargarnos nuestro entorno y poner en
riesgo la salud de las personas”, afirma Aitor Urresti quien
menciona un informe
sobre los efectos que la explotación del yacimiento
Barnett Shale en Texas ha tenido sobre la salud y el medio ambiente.
Samuel
Martín-Sosa explica que el porcentaje de ocupación del suelo es
elevado.” Los pozos tienen una vida muy corta y extraen de una zona
muy pequeña por lo que la rentabilidad es bastante marginal. (…)
Como la tecnología ha evolucionado, vamos a por combustibles fósiles
que antes eran más inaccesibles, que son mucho más caros de extraer
y de peor calidad. Es una huida hacia adelante porque encima la
industria lo vende como un combustible de transición ya que el gas
en la combustión emite menos C02 que el carbón, pero lo que hay que
hacer es un cambio absoluto en el modelo energético y la apuesta por
los combustibles fósiles retrasan ese cambio. Muchas cosas parecen
indicar que con quien va a compartir el gas de estirto es con las
renovables. Esto va a condicionar nuestro futuro”.
“Hace
un año, el gobierno de Polonia tuve que desmentir que sus reservas
de estos gases fueran tan altas como se estimaban. Yo creo que hay
esperanza.
Puede haber un componente de especulación que haga que la cosa se derrumbe sola, o una normativa fuerte que eche para atrás a empresas… y la presión popular también hace mucho. Shell Gas España ha empezado una campaña mediática y eso es por algo. La ventaja aquí es que la alerta ha llegado pronto. Esto se puede parar”, concluye Samuel.
Puede haber un componente de especulación que haga que la cosa se derrumbe sola, o una normativa fuerte que eche para atrás a empresas… y la presión popular también hace mucho. Shell Gas España ha empezado una campaña mediática y eso es por algo. La ventaja aquí es que la alerta ha llegado pronto. Esto se puede parar”, concluye Samuel.
Por su
parte Julio Barea afirma: “Te lo venden como ‘vamos a emitir
menos CO2, esto es autonomía energética para el país, son puestos
de trabajo…’. Lo de siempre, saben que tienen que hablar de
empleo aunque no sea cierto. Los científicos advierten que tenemos
que descarbonizar la atmósfera ya. (…) ¿Cómo se plantean ir a
por más? Sería una catástrofe a nivel planetario, un caos
climático. Podemos abastecernos de toda la energía necesaria con
las renovables. Que se gasten el dinero y encaminen las políticas
hacia ellas en lugar de maquinar para que cuatro se forren”
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