lunes, 8 de abril de 2013

Cientos de toneladas de residuos tóxicos que ha dejado la guerra en Iraq, ha estimulado la reciente aparición de enfermedades que no se veían antes en ese país árabe

Científicos y médicos registran nuevas mutaciones y enfermedades en los riñones, los pulmones y el hígado, así como el colapso total del sistema inmunológico. Las investigaciones develan un número creciente de defectos congénitos, defectos del tubo neural y defectos cardíacos congénitos, especialmente.

En este mes el índice de malformaciones congénitas en Faluya, una ciudad iraquí situada 65 kilómetros al oeste de Bagdad, ha sido más de 14 veces la tasa en las zonas de Japón afectadas por radiación durante los bombardeos nucleares estadounidenses de Hiroshima y Nagasaki. Si en Japón el índice está entre el 1% y 2%, en Faluya es del 14,7%.

“Tenemos muchos casos de defectos múltiples del sistema en un bebé. Numerosas anomalías. Por ejemplo, acabamos de tener un bebé con problemas del sistema nervioso, defectos esqueléticos y defectos cardíacos. Esto es común en Faluya hoy”, cuenta un especialista pediátrico en el Hospital General de Faluya Samira Alani.

Los médicos iraquíes continúan registrando casos de niños con dos cabezas, niños con un solo ojo, tumores múltiples, deformidades faciales y corporales y problemas complejos del sistema nervioso.

El toxicólogo ambiental, Mozghan Savabieasfahani, señala a la cadena Al Jazeera que el alto índice y la aparición de enfermedades nuevas se deben a las condiciones de vida después del fin de la guerra oficial.“Nuestra investigación en Faluya indicó que la mayoría de las familias regresaron a sus hogares bombardeados y siguen viviendo allí. O, en otros casos, construían hogares nuevos sobre los escombros contaminados.

Cuando era posible, utilizaban también materiales de construcción contaminados de los sitios bombardeados. Estas prácticas comunes contribuirán a la exposición continua de la población a los metales tóxicos años después del bombardeo de su territorio”, dijo Savabieasfahani.

La exposición de la población a los metales tóxicos continua años después de que el bombardeo de su territorio ha terminado.

En tales circunstancias, muchas mujeres dan a luz a bebes con malformaciones, sufren abortos involuntarios o incluso evitan tener hijos, algo inusual para regiones rurales y pobres de Iraq.Durante la guerra en Iraq, que comenzó hace casi una década, el país se convirtió en un montón de basura tóxica: fósforo blanco, uranio empobrecido, residuos de bombas termobáricas. Las autoridades iraníes registran el flujo de aguas subterráneas contaminadas provenientes de Irak.Las Fuerzas Armadas estadounidenses atacaron Irak en 2003 y derrocaron el régimen de Saddam Hussein con el pretexto de que poseía armas de destrucción masiva, que jamás fueron halladas. En total, más de un millón de iraquíes murieron tras la invasión y ocupación estadounidense del país. (RT)

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