- Martes, 11 Junio 2013 09:26 Publicado por Redaccion
Numerosos
lectores están haciendo llegar nuevos testimonios y denuncias sobre
el número de suicidios en España a causa de la crisis económica y
el paro. Ante el silencio estadístico oficial y la complicidad de la
mayor parte de la prensa, el testigo lo están tomando algunos medios
y organismos que se atreven a dar cifras y porcentajes, aunque solo
sean tentativos, porque es la única manera de sensibilizar a la
opinión pública ante una tragedia de la que los políticos hacen
oídos sordos.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Española de
Psiquiatría Privada (Asepp) o la European Job Movility Portal
(EURES) se están tomando en serio este alarmante número de
suicidios en el país de Europa con más desempleo (6,2 millones) y
donde la crisis golpea de forma más brutal ante la insensible
actitud de sus “representantes” en las instituciones públicas.
“La
Estadística de suicidio se ha realizado ininterrumpidamente desde
1906 hasta 2006. Con periodicidad anual, ha recogido información
tanto de los suicidios consumados como de las tentativas, estudiando
el acto del suicidio con todas las circunstancias de tipo social que
puedan tener interés”, reconoce el Instituto Nacional de
Estadística (INE). Pero justamente cuando la crisis empezaba a
golpear a España, el Gobierno de Zapatero silenció los datos:
“Desde 2007, siguiendo los estándares internacionales en la
materia, se ha adoptado la decisión de suprimir los boletines del
suicidio, y obtener la información estadística relativa al suicidio
a partir de la información que ofrece el boletín de defunción
judicial que se utiliza para la Estadística de Defunciones según la
Causa de Muerte”
El
programa SUPRE (Suicide Prevention) de la OMS, dirigido a
periodistas, recomienda no informar sobre los suicidios y atribuirlos
a deficiencias mentales, nunca a la opresión económica o la asfixia
laboral. Las asociaciones de la prensa en España también
han recogido
estas
recomendaciones. El problema es que el “silencio estadístico y
mediático” está previsto para épocas de “normalidad”
económica, pero no de colapso social, pues si estos sucesos se
esconden, jamás podrán ser analizados para poder evitarlos. Y no
son las únicas censuras: las compañías aéreas recomiendan a los
periódicos silenciar los accidentes de avión de otras latitudes si
quieren acogerse a las compras masivas de ejemplares para su
distribución en vuelos. Otras veces la censura es pura y dura, como
ocurrió con el trágico accidente de metro en Valencia.Y
es que en España, el debate se produce sobre las noticias que deben
ser censuradas, no sobre el hecho arcaico y medieval de que la
censura siga existiendo como en el siglo XIX, según reconocen los
propios periodistas en encuestas que garantizan su anonimato y se
realizan desde la universidad.
“La
crisis arruina y mata. En España se producen a diario casos de
suicidio ante los que los medios no informan. Se trata de no provocar
alarma social y de atenuar la tragedia, se dice. De nuevo los efectos
por encima de las causas. Y las causas tienen nombre y apellidos:
casta política y financiera. Uno de los últimos casos ha sido el de
una mujer minusválida en Málaga. La prensa ocultó el suceso, pese
a la aparatosidad de su muerte, presenciada en vivo desde la calle
por más de un centenar de personas“, denunciaba el diario “Alerta
Digital”, que prosigue: “Son noticias que sacuden el país casi a
diario y que no se mencionan. Ningún responsable político habla de
la proliferación de suicidios en España. Pocas veces aparecen
reflejados en las crónicas de sucesos. Aunque no hay cifras
oficiales y muchos de estos casos se camuflan como accidentes, hay un
suicidio diario a consecuencia de la precariedad económica, según
EURES, la red creada por la Comisión Europea para facilitar la
movilidad laboral. Es un presente duro el que está viviendo España.
Tal vez el peor desde la guerra civil española. Y lo peor es que hay
poco margen para la esperanza. ¿Cuántos más suicidios se seguirán
ocultando en los próximos meses?“
La
Asociación Española de Psiquiatría Privada (Asepp) también ha
advertido de un repunte de la tasa de suicidios en España desde los
10 casos por 100.000 habitantes que se registraban hace tres décadas
hasta los 15 casos actuales, un aumento del 50% que se ha producido
de forma progresiva, y que se ha agravado como consecuencia de los
efectos de la crisis económica. Incluso el Consejo General del Poder
Judicial (CGPJ) precisa en un informe que desde el inicio de la
crisis económica se han efectuado 350.000 ejecuciones hipotecarias
en España y las estadísticas indican que 34% de los suicidios que
se producen son por los desahucios.
Stop
Desahucios ha explicado que los suicidios son asesinatos de los que
“son responsables todas las entidades e instituciones que los han
provocado. Este ‘terrorismo de Estado’ está siendo protagonizado
por las autoridades judiciales, por los banqueros, por los políticos
y las administraciones públicas. ¿Cuántos muertos, esta vez no en
fosas comunes sino en sus propias viviendas, necesita este Estado
criminal para impedir los desahucios”, denuncia en una nota de
prensa. Y es que según un reciente estudio de la revista científica
“The Lancet”, que vincula la recesión económica de 2008 con el
aumento de suicidios en la Unión Europea, el aumento del desempleo
entre 2007 y 2009 (un 35% más en toda la UE) está relacionado con
el incremento de las muertes voluntarias y esa es la razón por la
que, al igual que en España, el suicidio termina liderando las
causas externas de muerte en toda la UE.
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