MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Investigadores han descubierto cómo la
más común anormalidad genética en la esclerosis lateral
amiotrófica (ELA) y la demencia frontotemporal (FTD) mata las
neuronas y han desarrollado con éxito una estrategia terapéutica
para bloquear esta neurodegeneración a partir de las células de la
piel de pacientes con ELA.
Los hallazgos, publicados en la edición
digital de la revista 'Neuron', tienen importantes implicaciones para
el tratamiento de afectados con estas enfermedades neurodegenerativas
debilitantes, actualmente incurables.
La mutación genética más común en
ELA y FTD es una expansión anormal repetida de la secuencia de
codificación dentro de un gen, C9ORF72, con función desconocida. Se
ha visto esta mutación en por lo menos el 8 por ciento de los casos
de ELA esporádica y FTD y más del 40 por ciento de casos de ELA
hereditaria y FTD.
"Hemos diseñado experimentos para
averiguar cómo la expansión de la repetición en C9ORF72 causa la
muerte celular y la progresión de la enfermedad", explica la
coautora principal, Rita Sattler, de la Universidad Johns Hopkins, en
Baltimore, Maryland (Estados Unidos). "Utilizamos células de la
piel humana de los pacientes afectados de ELA y las convertimos en
neuronas a través de una tecnología de producción de células
madre pluripotentes inducidas", concreta.
Los científicos hallaron que esas
neuronas tenían diferentes anomalías, incluyendo expresión génica
desregulada, agregación de las proteínas que se unen al ARN de
expansión y susceptibilidad a daños por exceso de estimulación.
Estos efectos fueron contrarrestados por el bloqueo de los ARN
producidos por la expansión genética anormal en C9ORF72.
Este descubrimiento revela cómo la
expansión repetida en C9ORF72 puede causar ELA y demuestra el
potencial terapéutico de dirigirse directamente a los subproductos
tóxicos de ARN generados por la expansión C9ORF72.
"Hay una gran necesidad de
tratamientos tanto para ELA y FTD. Nos sentimos motivados por el
nuevo uso de estas células madre para identificar rápidamente
nuevos tratamientos", afirma el otro coautor, Jeffrey Rothstein,
director del Instituto de Ciencias del Cerebro y el Centro Robert
Packard para la investigación de ELA en la Universidad Johns
Hopkins.
Los resultados indican que la toxicidad
de ARN desempeña un papel clave en el desarrollo de ELA, así como
en FTD. "En el futuro, la investigación debe centrarse en la
optimización de las terapias candidatas descubiertas por nuestro
equipo en este estudio, así como en biomarcadores que pueden ser
utilizados para poner a prueba la eficacia de otros fármacos
potencialmente prometedores", concluye el doctor Rothstein.
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