06/08/14
El Parlamento Europeo entró en receso
en agosto, pero días antes la Comisión de Peticiones recibió una
presentación de la abogada argentina Dra Graciela Vizcay Gomez quien
viajó a Italia para representar a la Socióloga italiana, Rita
Ghiringhelli.
El objeto de la presentación es la
“Falta de Regulación y Reconocimiento de las nuevas enfermedades
ambientales: Sensibilidad Química Múltiple, Fibromialgia, Fatiga
Crónica y otras patologías asociadas” que, ni la UE, ni la OMS,
ni el Código CIE-10/11 (Clasificación Estadística Internacional de
Enfermedades) la reconocen.” dice la abogada.
Un estudio jurídico de Florencia
realiza al mismo tiempo, la demanda judicial administrativa.
El documento hace hincapié de la
“Inexistencia de un Código Gnoseológico que proteja al ciudadano
de la UE, y del resto del mundo, por eso es que venimos a solicitar
el tratamiento de forma expedita de dicha inexistencia de regulación,
reconocimiento, tratamiento de la enfermedad como tal y no como una
supuesta patología de “fantasía psicológica” discriminando a
los que padecen estas enfermedades físicas, de igual forma otrora
sucedió con los afectados por HIV, por dar solo un ejemplo.”
expresa uno de los puntos del documento.
En uno de los párrafos más fuertes,
la abogada Vizcay Gomez exige la “imperiosa necesidad de una
legislación operativa”, para toda la UE, que parece tener una
“sub-unión de dos Estados”, separados de los demás, que la
integran solo Alemania y Austria, donde estas enfermedades han sido
reconocidas como “enfermedad física”. “El código T78.4, se ha
utilizado para el reconocimiento de la SQM, en Alemania y Austria.
Sendos países son pioneros en materia de salud respecto al tema de
marras, solo nos deja entrever que el Tratado de Lisboa, diseñado
para mejorar el funcionamiento de la UE, es solo una manifestación
de deseos. Asimismo la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE,
referente a la Dignidad, Igualdad y Solidaridad es una utopía, por
cuanto su Título V sobre Ciudadanía además de ser un título
“programático” es estéril, habida cuenta que en la UE hay
ciudadanos de “primera y de segunda” algunos con acceso a la
salud y otros que mueren en el intento.” sostiene la abogada.
“Dado que la OMS aún no ha incluido
la SQM/FM/FC y otras enfermedades a escala global en la citada
clasificación internacional y que esta organización no permite que
los países puedan introducir nuevos códigos (…) pese a que el
número de afectados aumenta de forma exponencial, cada vez en edades
más tempranas, y que livianamente el Parlamento Europeo las incluye
dentro de un “número creciente de enfermedades vinculadas a
factores medioambientales” asevera, y agrega imputando al organismo
la complicidad con las transnacionales manifestando que “Cuando se
trata de OGM, el andamiaje del Parlamento parece funcionar de forma
eficaz y expedita, como si los loobies y el poder económico de las
multinacionales farmacéuticas y químicas sirvieran de engranaje
para mover la rueda estanca de las distintas Comisiones. Que dicho
sea de paso, aún ante la gravedad de los temas que nos ocupan, no
pueden fatigarse más de una vez al mes, para decidir con total
discrecionalidad “qué tema se tratará y cual no” agrega la
profesional, reconocida por sus denuncias internacionales sobre
agrotóxicos, dejando clara su posición sobre la hipocresía,
connivencia y desidia, de la que acusa constantemente, a los
organismos internacionales, incluido el Vaticano.
La
socióloga Ghiringhelli acompañó a la abogada que entregó sus
causas al Papa Francisco en la Audiencia del 16 de octubre pasado en
el Vaticano
(ver aquí),
que luego negó una audiencia grupal a la abogada y científicos
italianos por lo que Vizcay Gomez apuntó directamente a Peter
Turkson del Consejo de Paz del Vaticano,
que pretendía recibirla a ella y a la comitiva, de ser “cómplice
del genocidio” (ver aquí) haciendo alusión al documento emanado el mes de mayo de 2009 en la
Semana de Estudio sobre el tema: “Plantas Transgénicas para la
Seguridad Alimentaria en el Contexto del Desarrollo”, auspiciado
por la Pontificia Academia de las Ciencias, en su sede de la Casina
Pio IV del Vaticano,
al que describió como “una gran falacia, llena de errores
garrafales”.
Otro párrafo del documento expresa que
“Siendo quien suscribe, una ciudadana italiana que padece dichas
patología que se agudizan en forma progresiva, tiene un curso
crónico, que no se limita a un solo órgano o sistema, que
discapacita, que excluye, que es compleja y necesita un tratamiento
terapéutico multidisciplinario. Sin la debida atención médica,
legal y un verdadero Estado “Garante”, que nos permita a todos
los afectados, es imposible y solo una expresión de deseos, el
disfrute de los derechos básicos en materia de salud, asistencia y
demás derechos derivados reconocidos por la Declaración Universal
de los DDHH y por las cartas magnas de todos los países
democráticos.”
En el punto cinco de la petición, la
abogada acusa al Parlamento Europeo de “inacción y omisión” y
de “letra muerta” a la Revisión intermedia del Plan de Acción
Europeo sobre Medio Ambiente y Salud 2004-2010 y a la Decisión Nº
1350/2007/CE por la que se establece el segundo Programa de acción
comunitaria en el ámbito de la salud, Libro Blanco titulado «Juntos
por la salud: un planteamiento estratégico para la UE .
-“La Encefalomielitis Miálgica (ME),
el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), y la Fatiga Crónica (CF) se
distinguen con precisión, y los criterios de Fukuda son suficientes
para hacer una distinción entre la EM / SFC y CF, pero los pacientes
con EM / SFC deben subdividirse en ME (con PEM) y el síndrome de
fatiga crónica (sin PEM).” asegura.
Siguiendo el mismo planteamiento, la redacción continúa citando: “El apartado 1° del artículo 11-63 de la Constitución Europea proclama que“ toda persona tiene derecho a su integridad física y psíquica”, alegando una responsabilidad penal sobre una “imputación de resultados diferidos”, habida cuenta que el resultado de esa omisión ante la falta de legislación produce la muerte de millones de afectados por estas patologías ambientales, un resultado a largo plazo, diferido, no inmediato”. Acusando nuevamente a la UE de incumplimiento de los “deberes asistenciales” solidariamente con la OMS y todo organismo que debería garantizarlo. A lo que la abogada llama: “Un abandono unilateral del paciente, lo que se conoce como “posición de garante” en una posición de omisión. La voluntad aquí consiste en no dirigir un proceso causal tendiente a evitar el resultado típico de muerte cuando “tenía capacidad para hacerlo”.
Siguiendo el mismo planteamiento, la redacción continúa citando: “El apartado 1° del artículo 11-63 de la Constitución Europea proclama que“ toda persona tiene derecho a su integridad física y psíquica”, alegando una responsabilidad penal sobre una “imputación de resultados diferidos”, habida cuenta que el resultado de esa omisión ante la falta de legislación produce la muerte de millones de afectados por estas patologías ambientales, un resultado a largo plazo, diferido, no inmediato”. Acusando nuevamente a la UE de incumplimiento de los “deberes asistenciales” solidariamente con la OMS y todo organismo que debería garantizarlo. A lo que la abogada llama: “Un abandono unilateral del paciente, lo que se conoce como “posición de garante” en una posición de omisión. La voluntad aquí consiste en no dirigir un proceso causal tendiente a evitar el resultado típico de muerte cuando “tenía capacidad para hacerlo”.
“Que una persona se encuentre en una
situación desamparada, en este caso de toda legislación y
reconocimiento de la enfermedad, negándose el acceso a derechos del
paciente, a asistencias social (pensiones), medicación (coberturas
médicas) etc., significa que se encuentra en una situación de
necesidad de ayuda ajena y al mismo tiempo de carencia de ella.
Agravado en los casos que quien desampara es un funcionario público.
Es decir, el bien jurídico personal objeto de tutela es la vida, la
integridad personal, la integridad moral”, agrega:
Según datos que aporta, en los países
industrializados se atribuyen a factores medioambientales entre el 25
y el 33% de las enfermedades, siendo la infancia el grupo más
vulnerable y que en febrero de 2013 un informe del Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización
Mundial de la Salud (OMS) acerca del estado de los conocimientos
científicos sobre las sustancias químicas que perturban la función
endocrina, muchas sustancias químicas sintéticas cuyos efectos
sobre el sistema hormonal todavía están por investigar, podrían
tener importantes repercusiones en la salud. En este informe, dice la
abogada, se pide cínicamente que se “siga investigando”.
La FDA desde USA, citada como otra
cómplice, en abril de 2013, en el documento “The Voice of the
Patient” llevó a cabo una reunión pública y donde los términos
SFC, EM y SFC y ME se utilizan indistintamente. Describiendo el SFC y
ME enfermedad grave o un conjunto de enfermedades para las que en la
actualidad no hay tratamientos aprobados por la FDA. “El único
fin de esa reunión era aprobar medicamentos para tratamiento de
dichas enfermedades, beneficiando a las farmacéuticas” aclara
Vizcay Gomez.
Los enfermos de Sensibilidad Química
Múltiple, Encefalomielitis Miálgica/SFC, Fibromialgia y
Electrohipersensibilidad llevan décadas pidiendo que estas
enfermedades sean reconocidas por el sistema sanitario como tales,
adecuada asistencia sanitaria a pesar de que como en los casos de la
Esclerosis Múltiple, el Parkinson o el Alzheimer no tengan
tratamiento.
- “Las enfermedades de Sensibilización
Central actualmente no tienen cura. Son para siempre. Aún así el
Estado los deja desprotegidos, sumidos en una indefensión total y
con escasos recursos en un muy elevado porcentaje de casos”, agrega
la abogada.
La Petición concluye con cinco puntos
concretos:
- La enfermedades MCS, EM / SFC y FM
comparten la mayor parte de las anomalías, las pruebas y los
síntomas, se peticiona a esta Comisión el reconocimiento de la
enfermedad en toda la UE
- Exige la inclusión de la SQM en el
CIE-10/11, tal y como hicieron Alemania y Austria
- El reconocimiento como incapacidad y
discapacidad a causa de la enfermedad en los casos concretos.
- Campañas de divulgación sobre la
SQM y demás patologías citadas
- Legislar acorde al previo
reconocimiento de la enfermedad, ya que los afectados se ven
obligados a acudir a los tribunales para exigir que se les reconozca
sus derechos, existiendo especialistas médicos capaces de
diagnosticar con exactitud esta enfermedad. Y la necesaria redacción
de un Código Gnoseológico que englobe tanto el perfil etiológico,
la patogenia, y los síntomas de la enfermedad.
Como consideración final el documento
concluye citando nuevamente a la Declaración Internacional Sobre los
Peligros Sanitarios de la Contaminación Química (conocida como El
llamamiento de París), argumentando que:
“...El hombre está expuesto hoy a
una contaminación química difusa ocasionada por múltiples
sustancias o productos químicos que producen efectos sobre la salud
del hombre como consecuencia de una regulación insuficiente. Que esa
contaminación química se ha convertido en una de las plagas humanas
actuales y que la medicina contemporánea no consigue detener; que a
pesar del progreso de las investigaciones médicas, la medicina corre
el peligro de no poderlas erradicar”, y eso, sumado a la falta de
un reconocimiento de la patología es sin duda “un delito claro de
Comisión por Omisión, omitir evitar el resultado típico, equivale
por su injusto a la Comisión Activa”, asegura la profesional.
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