La presión de vecinos y activistas ha
impedido el desalojo de esta vecina de Barcelona que sufre el
síndrome de sensibilización central y que vive desde hace años
prácticamente incomunicada
Xavi Herrero (fotos) – Barcelona
04/02/2015 – 15:20h
Barcelona ha sido testigo de otro
intento de desahucio. En este caso de María Goretti, una gallega de
origen de 38 años que padece el síndrome de sensibilización
central, una patología que incluye el síndrome de fatiga crónica,
fibromialgia y sensibilidad química. María tiene dificultades
para pagar el alquiler de su piso desde 2013, después de dejar el
trabajo debido a su enfermedad, y tenía previsto el desalojo de su
casa para hoy, a raíz de los impagos. Pero contra lo que estaba
previsto, la presión de los vecinos y activistas de 500x20 y la PAH
ha parado la expulsión.
María Goretti prácticamente no sale
de casa y recibe la ayuda dos horas a la semana de un
velador. / XAVI HERRERO aria Goretti, finalmente paralizado. /XAVI HERRERO
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Este era el tercer intento de desahucio
que sufre María desde el 2013. Entonces su entorno se puso en
contacto con los servicios sociales de Barcelona, que le aseguraron
que le buscarían un piso de protección oficial. Pero a estas
alturas todavía lo espera. Y de todos modos el traslado sería
problemático, porque su actual piso está adaptado para que pueda
vivir en sus condiciones: las paredes están pintadas con pintura
ecológica y la electricidad es de bajo consumo.
Desde el Ayuntamiento de Barcelona
aseguran, sin embargo, que han tratado de asistirla a través de los
servicios sociales desde que conocen el caso, pero que ella nunca ha
querido colaborar, con lo que no pueden hacer nada. Entre otras
negativas, afirman que se resiste a abrir la puerta a los
trabajadores sociales del Servicio de Atención Domiciliaria.
María vive prácticamente
incomunicada, ni tiene internet ni sale a la calle, y el único
contacto que mantiene con el exterior es a través de sus amigos más
cercanos y los abogados del colectivo Ronda, aparte de la
televisión. Gran amante de los deportes de riesgo, dice que
actualmente –ironías del destino– su gran riesgo es no caer al
suelo cuando va al baño.
La presión vecinal ha hecho que los
Mossos comunicaran a los abogados de María, a las 10 h, que el
desahucio estaba parado. Ni siquiera la comisión judicial se ha
acercado a su domicilio, en la calle Sant Antoni Maria Claret, en el
barrio del Guinardó de Barcelona, aunque el procedimiento habitual
suele ser que sea ésta la que comunica la paralización de los
desahucios a los afectados.
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