Lunes 23 de Noviembre de 2015
El caso de Minerva Palomar saltó a los
medios de comunicación y a los tribunales hace unos años. Padece de
hipersensibilidad electromagnética, pero nadie le hacía caso. Al
final, un juez le dio la razón. Hoy, es presidenta de EDS,
Electrosensibles por el Derecho a la Salud. Esta entrevista se
publicará próximamente en la revista "The Ecologist" en
el marco de un monográfico dedicado a los efectos nocivos de la
polución electromagnética.
-¿Cómo empezó todo? ¿Cuándo
empezaron los síntomas de tu enfermedad?
-Comenzó con dolor
generalizado y cansancio extremo en el año 1996. Acompañado de
confusión mental, dolor de cabeza, malestar general, dificultades de
concentración, taquicardias, problemas de memoria a corto plazo...
-¿Qué pasó hasta que se te
diagnosticó la enfermedad?
-Pues como suele pasar a la mayoría
de las personas afectadas de estos síndromes, un peregrinar por
médicos y especialistas sin respuestas ni tratamientos eficaces. Los
tratamientos fueron llegando por este orden: fibromialgia, síndrome
de fatiga crónica, sensibilidad química. La mejoría solo llegó
con la compresión de lo que significa la sensibilidad química y
electromagnética (la mayoría de las personas que tienen una, tienen
la otra en mayor o menor medida). Esta mejoría depende mucho de lo
que pasa en el medio en el que estoy, por lo que puedo pasar en 20
minutos de encontrarme aceptablemente a muy mal con todos los
síntomas, si por ejemplo mi vecino más cercano enciende su wifi,
habla mucho por el móvil, utiliza un insecticida, etc.
LOS
TRIBUNALES
-¿Cómo llegó tu caso a los tribunales y a los medios
de información?
-Después de ganar un juicio a la Seguridad
Social que reconocía todas mis patologías incluida la
electrosensibilidad. Esto significa que el juez consideró probado
que las padezco y que la problemática de salud que padezco impide
que yo pueda tener ninguna actividad laboral.
-Eres la presidenta
de la única asociación estatal que defiende los derechos de las
personas con electrosensibilidad… Háblanos de esta entidad…
-A
raíz de difundirse mi condición de electrosensible comenzó a
ponerse en contacto conmigo mucha gente afectada, para pedirme
información sobre cómo manejarlo, cómo hacer las mediciones, cómo
apantallar… También me expresaban su agradecimiento a mi valor de
aparecer en los medios de comunicación reconociendo que padezco este
problema. Normalmente las personas afectadas tienen mucha vergüenza
de reconocer públicamente que padecen este problema, debido a que
hay mucha incomprensión sobre todo esto. Muchas personas a nuestro
alrededor toman nuestra intolerancia como algo personal, o como un
rechazo al desarrollo tecnológico, cuando no tiene nada que ver con
todo ello. Es simple y llanamente una respuesta biológica ante
determinados factores ambientales, absolutamente involuntaria. De
hecho entre las personas electrosensibles que conozco hay también
médicos/as, psicólogos/as, ingenieros/as, informáticos/as, la
mayoría de nosotros/as somos personas que hasta empezar a padecer el
problema utilizábamos la tecnología sin problema, y que en la
actualidad intentamos hacer adaptaciones en la medida de lo posible
para seguir usándola. Esto implica sobre todo evitar las tecnologías
inalámbricas.
LOS AFECTADOS
-¿Cuántas personas crees que
padecen esta patología en el estado español y cuáles son sus
problemas más comunes?
-Es difícil saber con exactitud cuántas.
Muchas personas lo padecen y no lo saben, porque no lo asocian.
Tenemos como referencia Suecia, donde se han contabilizado todas las
personas que son elecrosensibles en diferentes grados y suponen entre
un 5 y un 10% de la población. Desde las personas con muchos e
intensos síntomas, como mi caso y el de la mayoría de las personas
socias de la asociación, hasta síntomas leves como dolor de cabeza,
y cansancio. Los problemas más comunes tienen que ver con wifis y
teléfonos inalámbricos de vecinos, no tener apoyo para adaptaciones
en los puestos de trabajo y pérdida de los mismos. Enfermedad
crónica sin recursos para paliar sus efectos (apantallamientos,
acceso a viviendas en condiciones adecuadas) e incluso sin recursos
básicos para la vida ya que debido a la falta de reconocimiento las
personas se encuentran enfermas sin posibilidad de trabajar, sin
tratamientos adecuados, ni ingresos de ningún tipo. Las
personas que hemos desarrollado un grado elevado de hipersensibilidad
hemos quedado prácticamente excluidas de todos los espacios de
socialización dado el nivel de penetración y uso de las tecnologías
inalámbricas. Incluso tenemos grandes dificultades para encontrar
espacios libres de este tipo de contaminación, por lo que
encontramos con mucha dificultad espacios donde se alivien nuestros
síntomas. Lo que incluye nuestras viviendas. Necesitamos el apoyo y
buena voluntad de las instituciones para buscar soluciones que
permitan nuestra “reincorporación” a la vida social.
-¿Por
qué los tribunales de discapacidad son reacios a reconocer la
hipersensibilidad?
-Los sistemas actuales de baremos son muy
antiguos y no recogen adecuadamente la situación cotidiana real de
las personas afectadas. Además la hipersensibilidad pone en
evidencia que todos los sistemas inalámbricos de uso masivo
actualmente no son seguros y esto es vivido por la industria como una
amenaza a su negocio, por lo que destinan bastantes recursos a
desacreditar en los medios de comunicación el fenómeno de la
hipersensibilidad y a financiar investigaciones que den resultados
“convenientes”. Lo que tiene como efecto una gran ignorancia
sobre el problema. A esto hay que añadir la falta permanente de
recursos independientes para la investigación, lo que dificulta
enormemente avanzar en el adecuado conocimiento del fenómeno.
LOS POLÍTICOS
-¿Con qué políticos
os habéis reunido hasta la fecha y qué balance hacéis?
-Nos
hemos reunido con parlamentarios en el congreso de todos los grupos
políticos, y a dichas reuniones hemos ido acompañados de
científicos expertos en bioelectromagnetismo, que tienen largo
recorrido en investigación en el campo, y que les han puesto al día
del conocimiento científico actualizado; sin embargo hemos visto
cómo los pertenecientes a los dos grupos mayoritarios han votado a
favor de la nueva Ley de Telecomunicaciones que incluso permite la
expropiación de las azoteas para la instalación de antenas de
telefonía móvil por empresas privadas. Y que no tiene ni una sola
mención al Principio de Precaución, es más han eliminado los pocos
y tímidos elementos de la antigua ley que suponían algún control
sobre estas instalaciones. Esta ha sido una ley dictada por las
compañías de telefonía móvil. Por el contrario podemos decir que
el grupo de Izquierda Plural ha mostrado mucho interés en el tema,
hasta el punto que han elaborado varias Proposiciones no de Ley. Por
otro lado recientemente Podemos se ha hecho eco en Europa de la
problemática de la EHS así como las recurrentes y múltiples
denuncias por parte de organizaciones no gubernametales europeas de
la falta de rigor, transparencia e independencia de instituciones
como el SCENIRH
-¿Por qué la Administración no hace que se
cumplan los protocolos necesarios para proteger a la población de
exposiciones a contaminación electromagnética cuando hay sospechas
evidentes de daños a la ciudadanía y qué hace vuestra asociación
para defender el derecho del ciudadano?
-Una buena pregunta, que
nosotros también nos la hacemos permanentemente. Por nuestra
experiencia tenemos la sensación de que en los políticos en
situación real de poder tomar decisiones priman otros intereses,
como apoyar los intereses de las industrias implicadas, e ignorar
totalmente los riesgos de salud pública. ¿Por qué? ¿Por el
fenómeno de las puertas giratorias? ¿Por qué nadie les hará pagar
su responsabilidad por los daños que se ocasionen? Desgraciadamente
parece que muchos políticos no trabajan para los ciudadanos, esto
nos parece muy grave especialmente en lo que concierne a la salud
pública. Nuestra asociación está integrada en la PECCEM
(plataforma estatal contra la contaminación electromagnética) que
agrupa muchas asociaciones (alrededor de 250) que defienden la salud
y el medio ambiente. Entre ellas multitud de asociaciones de vecinos
y grupos ecologistas. Es realmente incomprensible que, con la gran
preocupación que existe por este tema y las evidencias científicas
actuales de su no inocuidad, no se haya tomado ni una medida desde
las instituciones competentes. Lo mínimo sería la protección a la
infancia, campañas de información para un uso responsable y control
y reducción de los niveles de exposición. A nivel europeo hemos
denunciado ante La Defensora Del Pueblo Europeo la mala
administración del Comité Económico y Social Europeo (CESE) por
conflicto de intereses de uno de sus miembros que produjo una
importante distorsión en el resultado de un dictamen sobre la
hipersensibilidad electromagnética.
SOLUCIONES
-¿Qué le
dirías a una persona que se encuentra ahora en el primer estadio de
la enfermedad y que no entiende qué le ocurre? ¿Qué hace vuestra
entidad por ellos?
-Según nuestra experiencia si las personas
reconocen a tiempo el problema y toman las medidas adecuadas es más
fácil evitar que evolucione a los estados más graves, que suelen
cronificarse. Incluso en los casos más leves podrían revertirse.
Desde la asociación intentamos difundir las medidas de prevención a
tomar. Y cómo actuar en caso de que ya se haya comenzado a
desarrollar el síndrome. Esto implica reducir al máximo el uso de
tecnologías inalámbricas y otras contaminaciones CEM cuidando
especialmente las horas y espacios de sueño. Recomendamos además
incorporar otros hábitos saludables, como eliminar el uso de
productos tóxicos y comer comida ecológica. Invitamos a asociarse
creemos que la unión hace la fuerza.
-¿Cómo resumirías el
tomar medidas para, en lo personal/familiar, protegernos y disminuir
la exposición a la contaminación electromagnética?
-Uso de
internet por cable. Prescindir del móvil, de no ser posible reducir
al máximo su uso desconectarle: datos, bluethoot, wifi, 3G, gps,
activarlo solamente cuando se esté usando. Sustituir los teléfonos
inalámbricos por teléfonos de cable. Solo mantener conversaciones
largas en estos teléfonos (no por móvil ni por teléfonos
inalámbricos). Sustituir las bombillas de bajo consumo fluorescentes
por incandescentes o led. Proteger nuestra casa (sobre todo el
dormitorio) de campos electromagnéticos externos: wifi o DECT de
vecinos, contaminación por antenas de telefonía móvil cercana o
alta tensión y transformadores de alta tensión.
-¿Cuáles son
las soluciones?
-La hipersensibilidad es una discapacidad nueva
que plantea nuevos retos, pero una discapacidad que requiere una
atención específica y la búsqueda de soluciones que garanticen
derechos fundamentales de las personas afectadas.
Sara B. Peña
EL
FUTURO
MAREANDO LA PERDIZ
-¿Cómo ves el futuro?
-Dada la
evolución del uso de estas tecnologías, creo que dentro de unos
años serán indiscutibles los riesgos y efectos negativos en la
salud, como ha ocurrido con otros factores ambientales como el tabaco
o el amianto. Mientras tanto los intereses económicos implicados en
esta industria intentarán interferir en la difusión de estos
riesgos y retrasar las medidas preventivas y preventivas. Durante
todo ese tiempo habrá daños irreversibles y las instituciones
cómplices habrán perdido un tiempo precioso para desarrollar
políticas preventivas que los hubieran evitado. Para el colectivo
afectado la situación es muy poco halagüeña, hasta que no llegue
ese nivel de conciencia y conocimiento generalizado. Por eso una de
las labores de nuestra asociación es la difusión y sensibilización
de la situación de las personas ya afectadas.
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