EFE / Granada 11/01/2017
Investigadores de la Universidad de
Granada han revelado con un nuevo método la presencia en la sangre
menstrual de componentes químicos usados en productos de higiene
personal, especialmente contaminantes orgánicos que se utilizan en
productos cosméticos, artículos para el hogar o
fármacos.
Científicos de la Universidad de Granada han
desarrollado una nueva y sencilla metodología analítica que permite
determinar la presencia en el organismo de contaminantes orgánicos,
especialmente parabenos y benzofenomas que se usan en cosméticos,
artículos para el hogar y fármacos.
La directora de la cátedra
de Investigación "Antonio Chamorro-Alejandro Otero",
Enriqueta Barranco, y la ginecóloga Olga Ocón Hernández, en
colaboración con miembros con un grupo de investigación de
Oncología básica y clínica del Instituto de Investigación
Biosanitaria, han desarrollado este estudio.
Ocón ha detallado
que la asimilación por parte del organismo de estos compuestos
químicos depende de la forma de exposición, aunque ha recalcado que
pueden acumularse en compartimentos porque el sistema metabólico
excretor no es "completamente efectivo".
La
investigación ha buscado la presencia de cuatro parabenos y seis
benzofenonas en las muestras de sangre menstrual de 25 mujeres
españolas y ha encontrado componentes químicos en todas.
Los
resultados obtenidos reflejan que todas las muestras contenían al
menos tres de los compuestos, siendo el metilparabeno (96%) y la
benzofenona-3 (96%) los más frecuentemente detectados.
"La
preocupación en el uso y consumo de productos en cuya composición
se encuentren parabenos y benzofenonas deriva de los recientes
hallazgos acerca de los efectos adversos en salud que estos
compuestos pueden causar actuando como disruptores endocrinos, ya que
se ha demostrado que tienen la capacidad de alterar la homeostasis
normal del sistema endocrino en los seres vivos", ha señalado
Ocón.
Así, se ha relacionado la exposición a estos productos
tóxicos con un mayor riesgo de sensibilización alergénica, daño
en el esperma y endometriosis, entre otras enfermedades.
Hasta el
día de hoy, la mayoría de estudios epidemiológicos que investigan
la relación entre niveles de exposición humana a contaminantes con
efectos en salud suelen usar suero u orina como matriz para realizar
la medida de contaminantes.
"Para establecer relaciones con
desórdenes menstruales o endometriosis pensamos que sería
interesante su medida en sangre menstrual, ya que proporciona una
mejor estimación de su contribución al microambiente hormonal
uterino, porque la progesterona y el estradiol son hormonas
esenciales para el control del ciclo menstrual", ha señalado la
investigadora.
Entre las conclusiones de la investigación, Ocón
ha apuntado que "plausible" que la exposición humana a
este tipo de sustancias afecte a su producción y función, a la
regulación del ciclo menstrual y a las características del
sangrado.
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