Publicado por Tomàs Bigordà el 27 de
Junio de 2017
En el siguiente articulo vamos hablar
sobre la contaminación de los ríos, mares y acuíferos. Para ello,
trataremos de explicar cómo se produce la contaminación del agua,
como se lucha contra ella y el impacto que tiene para la vida.
No hay duda que la contaminación
hidria es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan muchas
poblaciones actualmente. Aunque en los últimos años, hay muchos
países que intentan luchar contra esta problemática.
Como todo el mundo sabe, el agua es
fundamental para la vida, por lo que su contaminación es algo muy
perjudicial para el desarrollo económico y social de las zonas donde
sus recursos hídricos están en mal estado.
Muchas veces no somos conscientes de
que contaminar el agua no es solo algo que provocan las grandes
factorías, y otras fabricas que operan en zonas cercanas a los ríos
o al mar. Nosotros también tenemos parte de responsabilidad ya que
el mar y el agua es un bien para todos.
De esta forma, no se tendría que tirar
ningún objeto al agua, y menos aún restos o cosas que pueden
llegar al mar desde el inodoro de nuestra casa.
La contaminación del agua causada por
las actividades humanas, empieza a producirse en la revolución
industrial, por desgracia esto ha ido a más, hasta transformarse en
un problema habitual y generalizado.
Durante la revolución industrial
(entre la segunda mitad del siglo XVIII y los primeros años del
siglo XIX), el aumento de los bienes de consumo y sus procesos de
producción requerían una gran cantidad de agua para la
transformación de las materias primas. A su vez, los residuos de
dichos procesos eran vertidos en los cauces naturales de agua sin
ningún tipo de control. Aquí empezó a extenderse la problemática
de la contaminación del agua.
Normalmente, la contaminación del agua
se produce a través de vertidos directos o indirectos en los
recursos hídricos (ríos, mares, lagos, etc) de diversas sustancias
contaminantes. La naturaleza tiene la capacidad de limpiarse si
recibe una pequeña cantidad de contaminantes, y de esta forma,
retomar el equilibrio. El problema comienza cuando los contaminantes
superan la capacidad de absorción del sistema.
Una de ellas tiene que ver con su ciclo
natural, durante el que puede entrar en contacto con ciertos
constituyentes contaminantes (como sustancias minerales y orgánicas
disueltas o en suspensión) que existen en la corteza terrestre, la
atmósfera y en las aguas.
Pero otro tipo de contaminación del
agua -que tiende a ser la más importante y perjudicial- es aquella
que tiene especial relación con la acción del ser humano. Aquí
tenemos un montón de posibilidades. Entre las más habituales
podemos mencionar:
- Vertido de sustancias tóxicas residuales de los procesos industriales y urbanos, que son arrojados a ríos, mares y lagos.
- La contaminación producida por el uso intensivo de pesticidas y fertilizantes en la agricultura intensiva, que se filtran hacia acuíferos subterráneos.
- La basura arrojada en las costas, por desgracia esta basura tarda cientos o miles de años en degradarse.
- Uso de combustibles contaminantes en embarcaciones, que van a parar al mar como resultado de la limpieza de las embarcaciones, o bien como consecuencia de accidentes, como el Prestige.
El mar no es el único que recibe
contaminación, de hecho tenemos una gran problemática por la
contaminación de ríos y lagos.
Por desgracia, son muchos los agentes
que pueden contaminar ríos y lagos. Los más importantes serían:
- Aguas residuales y otros residuos que demandan oxígeno (que suelen ser materia orgánica, cuya descomposición produce la desoxigenación del agua).
- Agentes infecciosos que acaban causando trastornos gastrointestinales e incluso terribles enfermedades a quiénes beben de ese agua (colera, …).
- Nutrientes vegetales que pretenden estimular al crecimiento de las plantas acuáticas, que acaban descomponiéndose, agotan el oxígeno disuelto y provocan olores más que desagradables.
- Productos químicos, como los pesticidas, diversos productos industriales, las sustancias químicas contenidas en los detergentes, jabones y los productos de la descomposición de otros compuestos orgánicos.
- Minerales inorgánicos y compuestos químicos.
Como sabemos, esa contaminación del
agua puede llevar a la contaminación de los ríos, a la
contaminación de los mares, o incluso a la de lagos, embalses,
presas… A fin de cuentas, todo aquello que contenga agua.
Para empezar esta contaminación afecta
a la fauna y a los seres vivos que pueden vivir en la misma. De esta
forma, los contaminantes se introducen en la cadena alimenticia, y
van invadiendo la misma hasta llegar a los eslabones superiores, es
decir, nosotros. Al alimentarnos de los seres vivos que viven en el
agua contaminada, como por ejemplo el pescado y el marisco, ingerimos
y acumulamos las toxinas que ellos consumieron, lo que tiene
consecuencias fatales a largo plazo, como la aparición de
enfermedades como alergias, o incluso cáncer.
Además se acumulan más nutrientes
cuanto más arriba estamos en la cadena alimenticia, es decir,
nosotros acumulamos muchas más toxinas durante nuestra vida que el
resto de organismos. De hecho, estudios recientes muestran que los
españoles tenemos en la sangre diez veces más mercurio que los
alemanes, debido al mayor consumo de pescado en España.
Además, se debe tener en cuenta que el
agua contaminada puede ser portadora de una gran variedad de
enfermedades como la fiebre tifoidea, el cólera, la gastroenteritis…
y causar la mortalidad de la población, sobretodo infantil. El agua
limpia y sana impulsan el desarrollo humano y su prosperidad.
Normalmente, es nuestro consumo
desmesurado al gran culpable de la contaminación del agua, ya que la
producción de todo tipo de bienes implica un gran consumo de agua, y
la contaminación de la misma. Por ejemplo, para fabricar la ropa se
utilizan cientos de colorantes y sustancias altamente contaminantes,
igual que para el calzado.
Gran parte de la contaminación se debe
a la agricultura intensiva, que requiere de pesticidas, cuya
fabricación consume gran cantidad de agua y conlleva vertidos de
sustancias contaminantes a los cauces. Además, el uso de estos
pesticidas y fertilizantes contamina el suelo y los acuíferos.
Podemos contribuir a reducir la contaminación consumiendo productos
ecológicos, así disminuyendo los productos generados por la
agricultura intensiva.
Otra actividad que consume y contamina
el agua es el blanqueado del papel, consumir papel reciclado
contribuye a una menor contaminación del agua.
Muchas veces algunos deshechos, como
las bolsas de plástico, terminan en el agua. Estas van al mar y
permanecen allí largo tiempo hasta su descomposición tal. Esto se
puede evitar reduciendo el uso de las bolsas de plástico y
depositando aquellas que ya no sirven en el contenedor amarillo para
su posterior tratado y reciclaje.
Aunque no lo parezca, es muy importante
que seamos conscientes del peligro de la contaminación del océano y
que gracias a estos se mantiene la vida marina de muchas especies,
además que nos da la posibilidad de tener oxígeno, ese mismo
oxígeno que tu respiras.
El vertido intencional de residuos, los
derrames de petróleo, y la alta variedad de productos químicos
agresivos que se vierten sobre el océano provocan que su
contaminación no solo afecte a las plantas y especies marinas que
viven en ellos sino también a toda la población mundial.
Actualmente el brent es la mayor
amenaza al respecto de la contaminación de los océanos, ya que ha
crecido muchísimo la producción y transporte de petroleo para poder
atender a las necesidades de la economía actual.
Por culpa de los vertidos de petróleo
sobre el océano, mueren la mayoría de los animales que los habitan
Pensemos además en todo lo que genera
el petróleo, y que se suele utilizar para fabricar plásticos y
muchos otros productos, por desgracia todo ello parece que acaba en
el fondo del océano.
Se dice que más del 80% de la
contaminación que se produce en los océanos es culpa nuestra, y
básicamente es por el uso indebido que estamos haciendo del
petróleo.
Además por mucho esfuerzo en la
limpieza para acabar con los restos de petróleo que se encuentra en
el fondo del océano, se ha demostrado, que los daños al agua y a la
vida marina continúa durante al menos 10 años. Teniendo en cuenta
el hecho de que existen varios derrames de petróleo cada año, la
cifra de tales efectos es devastadora.
Cuando se localiza un punto de
contaminación marina por culpa del petróleo se llevan a cabo una
serie de estudios de la zona para decidir el protocolo a seguir, con
el fin de poder limpiar-lo completamente. Si la mancha es pequeña
puede optarse por esperar a que se diluya de manera natural, aunque
lo más normal es prevenir antes de correr.
Por ello habitualmente este tipo de
prevención marina se hace desde barcos cuyas políticas de actuación
es la siguiente:
- Desarrollo de normas técnicas de aplicación a buques tanque
- Inspecciones técnicas a buques tanque
- Control del tráfico marítimo
- Formación
- Medios de respuesta que previenen accidentes (torres de control, remolcadores, etc.)
Datos sobre la contaminación del agua
Muchas veces, no nos damos cuenta de
esta problemática hasta que no nos ofrecen los datos sobre el tema.
Quizá sabiendo estas cifras sobre la contaminación del agua,
también te des cuenta de cómo se malgasta el agua en los países
del primer mundo.
Por desgracia, el agua contaminada es
una de las principales causas de mortalidad infantil del mundo. El
agua contaminada es la causante de gran cantidad de muertes
infantiles, sobre todo en África y Asia, principalmente a causa de
infecciones y diarreas.
Más de 5 millones de personas mueren
cada año por beber agua contaminada.
El 90% del agua que consume la
población mundial procede del agua subterránea.
Un litro de aceite para coches y cuatro
litros de pintura penetran en la tierra contaminando un millón de
litros de agua potable.
Cuatro litros de gasolina que se
derraman en la tierra contaminan tres millones de litros de agua.
2000 millones de personas en el planeta
no tienen acceso al agua potable y con la progresiva contaminación
del agua cada vez será más difícil conseguirla.
Desgraciadamente las enfermedades
provocadas por el agua contaminada han matado a lo largo de la
historia a más personas que cualquier guerra. Hoy en dia, casi 5
millones de personas mueren al año en el mundo por culpa del agua
contaminada, la inmensa mayoría, en países subdesarrollados.
Aunque, los países del primer mundo
tampoco se libran de la contaminación del agua. Por ejemplo, en
Estados Unidos casi la mitad de lagos del país se encuentran
contaminados como para albergar peces o para que consumo humano
Los países industrializados son
también responsables de la mayor parte de vertidos contaminantes al
agua. Se calcula que 3 cuartas partes de vertidos industriales se
arrojan al mar sin ningún tipo de tratamiento, es decir, contribuyen
enormemente a la contaminación del agua.
Las cifras aumentan todavía más si
hablamos de los países en vías de desarrollo. Ellos no tienen tanta
industria como los países desarrollados, pero los sistemas para el
tratamiento de residuos son más precarios, por lo que los vertidos
que se arrojan al mar sin ningún tipo de tratamiento ascienden al
90%.
Aunque las llamadas aguas
superficiales, como los ya mencionados ríos, lagos, mares y océanos,
las que reciben un mayor mimo y atención para parar la contaminación
del agua, las aguas subterráneas no merecen caer en el olvido. De
hecho, los acuíferos son una de las principales fuentes de agua
tanto para el riego como para el consumo humano que existen.
El suministro de agua dulce
proporcionado por ríos y lagos no sería suficiente para cubrir las
necesidades actuales de consumo de agua.
Esto significa, que es importante
proteger las aguas subterráneas del problema de la contaminación.
Si bien no son tan sensibles a este problema como lo son las aguas
superficiales, ya que su ubicación en el interior de la tierra actúa
como protección en este sentido. Aunque, sí hay que tener en cuenta
que, una vez contaminadas, su ubicación las hace muy difícil de
limpiar, extendiendo los perjuicios de la contaminación por una
enorme cantidad de territorios distintos durante años.
La forma más habitual por la que un
acuífero de agua subterránea se contamina son las filtraciones que
producen las aguas residuales, productos tóxicos, vertidos tóxicos,
depósitos de residuos radioactivos, fugas de gasolina u otros
elementos dañinos similares que acaban tirados o vertidos
directamente sobre la tierra.
Estos productos, además del grave daño
que producen en el lugar donde entran en contacto con el suelo, se
filtran a través de ella, contaminando poco a poco los acuíferos
que pasan por esas zonas. Asimismo, la acumulación de productos de
índole contaminante en el subsuelo, como pozos de aguas sépticas o
almacenes de residuos químicos, también tienen como resultado estas
filtraciones invisibles que acaban contaminando las fuentes de agua
de las que se nutren cosechas, animales y seres humanos a partes
iguales.
Por otra parte, los acuíferos
subterráneos también son contaminados constantemente por los
pesticidas y fertilizantes que se utilizan en las cosechas que ellos
mismos alimentan. Como ocurre en los casos anteriores, los elementos
químicos que llevan estos productos se filtran a la tierra, acabando
en las corrientes de agua subterráneas.
Por último, la última de las causas más comunes que provocan la contaminación de los acuíferos es su sobreexplotación. Las aguas subterráneas son enormemente utilizadas para fines agrícolas, ganaderos o por parte de todo tipo de fabricantes, por lo que estos recursos también se están acabando. Los acuíferos que se van secando pueden dejar paso a aguas saladas o contaminadas procedentes de otros lugares, las cuales harán el mismo recorrido pero sin los efectos beneficiosos que las aguas subterráneas dejaban a su paso.
Esta contaminación constante,
silenciosa y prácticamente invisible es horriblemente destructiva,
pues con ella se perjudica enormemente tanto a los territorios como a
los seres vivos que encuentra a lo largo de su recorrido. La
naturaleza de este tipo de aguas, como ya hemos dicho, hace que sea
casi imposible limpiar una vez contaminada, además las técnicas que
se han probado en los últimos años no han dado demasiado resultado.
Por lo tanto, prácticamente la única forma existente de contar con
acuíferos limpios es la prevención pues, una vez contaminadas,
estas aguas subterráneas extenderán su mal por todos los lugares
por los que pasen sin que apenas podamos hacer nada por evitarlo.
Según los datos el Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, 1.100 millones de personas
no tienen acceso a agua potable y algunos países están en el límite
de la explotación de sus recursos hídricos.
Algunos datos de autoridades globales
como la ONU o la OMS son:
- 2.600 millones de personas no tienen sistemas de saneamiento.
- La diarrea que causa el agua contaminada es la segunda causa de muerte infantil, es decir, 5.000 niños fallecidos al día en todo el mundo, o 2 millones al año.
Podemos afirmar, que esta diarrea que
causa tantas muertes infantiles se evitaría con que se lavasen las
manos con agua y jabón, se reducirían muchas enfermedades si se
abasteciera mejor el agua, la higiene y servicios de saneamiento.
Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), certifica que tras el cambio climático la salud ha
empeorado, el 25% de la mortalidad global está unida a la falta de
acceso al agua potable, la contaminación atmosférica y el mal
saneamiento.
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