La calidad del aire mejoró el año
pasado debido, principalmente, a unas condiciones metereológicas más
favorables y al menor uso del carbón en la producción eléctrica,
según el informe anual de calidad del aire de Ecologistas en Acción.
Boina de contaminación sobre la ciudad
de Madrid en una panorámica tomada a finales
de 2016.- AFP
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MADRID 27/06/2017 LUCÍA VILLA @Luchiva
La
contaminación atmosférica se redujo de forma significativa el año
pasado en España, aunque el dato positivo está muy lejos del
optimismo. Primero, porque a pesar de la reducción todavía más de
un tercio de la población siguió respirando niveles de aire sucio
por encima de los límites legales; y segundo, porque la mejora de la
calidad del aire en 2016 obedece principalmente a causas coyunturales
(sobre todo una condiciones meteorológicas favorables) y no a
medidas estructurales concretas.
Son las
conclusiones principales del informe anual sobre contaminación en España que cada año publica Ecologistas en Acción basado en los
datos aportados por comunidades autónomas y ayuntamientos recogidos
a lo largo del año en 700 estaciones oficiales de medición
instaladas en 136 zonas de todo el territorio.
La tendencia
de la contaminación atmosférica había sido decreciente desde que
en 2008 estallara la crisis económica, pero en 2015 los niveles volvieron a dispararse. En 2016, en cambio, se ha vuelto a datos más
parecidos a los anteriores.
En concreto,
el año pasado 16,9 millones de personas en España respiraron aire
contaminado por encima de los niveles máximos estipulados en la
legislación. Son 1,6 millones de afectados menos que en 2015, pero
1,4 millones de afectados más que en 2014. También la superficie
expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación se
redujo en 70.000 Km2 menos que un año antes.
En cualquier
caso, los ecologistas recuerdan que estas cifras sólo recogen los
afectados por la legislación, con unos límites mucho más laxos que
las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. De
hecho, teniendo en cuenta lo estipulado por este organismo, las
cifras de afectados en España se disparan hasta los 43,7 millones de
personas (el 94% de la población) y el 90% del territorio.
Ecologistas
advierte, no obstante, de que las causas del descenso en la
contaminación son esencialmente coyunturales, debido a unas
condiciones meteorológicas favorables durante todo el año pasado,
con más lluvias y una menor estabilidad atmosférica. También,
aunque en menor medida, ha influido una reducción de la quema de
carbón para la producción de electricidad.
"Aunque
los datos son mejores que los de 2015, hay una serie de amenazas en
el horizonte que nos avisan de que la situación podría empeorar a
largo plazo: una es el aumento del tráfico rodado que ha vuelto a
niveles de 2011; y la otra un aumento del consumo eléctrico",
ha dicho Miguel Ángel Ceballos, coordinador del informe. A estos
factores el estudio añade, además, el fraude en los sistemas de
certificación de emisiones de los automóviles y el abandono de las
energías renovables.
"No
estamos hablando de una mejoría estructural, sino de una mejoría coyuntural. No hay medidas políticas. No está habiendo unas
políticas de lucha decidida contra la contaminación y el cambio
climático", ha añadido.
Cuando se
habla de contaminación se tienen en cuenta las mediciones en cuatro
contaminantes diferentes: las partículas en suspensión PM10 y PM2,5
(las más perjudiciales para la salud y las que, según la comunidad
científica, están más relacionadas con las muertes prematuras,
cáncer de pulmón, afecciones respiratorias, cardiovasculares e
ingresos hospitalarios); el dióxido de nitrógeno NO2 (producido por
los tubos de escape de los coches y principal causante de las boinas
de contaminación en las ciudades); el dióxido de azufre SO2
(asociado a la quema de carbón) y el ozono troposférico O3 (una
sustancia que se forma en la atmósfera por la reacción química de
otros contaminantes y la luz del sol y que es el más extendido).
En el año
2016 todos los contaminantes se redujeron. No obstante, Ecologistas
en Acción alerta sobre la cada vez mayor repercusión del ozono troposférico, el que presentó una mayor extensión debido al
aumento de las temperaturas medias y a situaciones meteorológicas
extremas como las olas de calor.
Bilbao vuelve a la lista de ciudades incumplidoras tras 2010
Por
territorios, el límite máximo legal en dióxido de nitrógeno se
superó en la ciudad de Madrid y el corredor del Henares, y en las
áreas metropolitanas de Barcelona, Granada, Valencia y Bilbao, que
entra en la lista de incumplidoras por primera vez desde 2010. El
ozono troposférico, por su parte, superó el objetivo establecido
por la normativa vigente en la Comunidad de Madrid, Castilla-La
Mancha, el interior de Catalunya, País Valenciano, Región de Murcia
y el oeste de las Islas Baleares, además de algunas zonas de
Andalucía y Extremadura. En los demás contaminantes no hubo
superaciones legales, aunque sí de las recomendaciones de la OMS.
La contaminación causa 24.000 muertes prematuras en España
Ecologistas
denuncia que pese a estos niveles las administraciones no es
"adecuada ni ajustada a la gravedad del problema". A pesar
de que los Planes de Mejora de Calidad del Aire y los Planes de
Acción a corto plazo son obligatorios, muchas ciudades y municipios
no cuentan con ellos. El año pasado, además, expiró el Plan Aire
del Gobierno sin que se haya sustituido por otro.
Según las
últimas estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente, la
contaminación produce en España más de 24.000 muertes prematuras
al año, unas 15 veces más de las que se producen por accidentes de
tráfico. Además, y según otro informe publicado el año pasado por
el Banco Mundial, el coste sanitario derivado de una mala calidad del
aire en nuestro país asciende a los 50.000 millones de dólares al
año, un 3,5% del PIB.
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