Por Ahotsa.info
Ekologistak Martxan recuerda que el
acuerdo programático que sustenta el actual Gobierno del cambio dice
textualmente “avanzar en la eliminación de transgénicos” y
denuncia que una empresa pública del GN y el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas realizarán un ensayo de cultivo de
patatas modificadas genéticamente.
Según informaciones a las que ha
tenido acceso Ekologistak Martxan, el pasado mes de marzo de 2017 la
empresa pública del Gobierno de Navarra, Instituto Navarro de
Infraestructuras y Tecnologías Agroalimentarias (INTIA) y el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas – Instituto de
Agrobiotecnología firmaron una acuerdo para realizar un ensayo de
cultivo de patatas modificadas genéticamente (OMG) en la Finca
Experimental de Montes de Cierzo propiedad del Gobierno de Navarra.
Ekologistak Martxan califican de
“paraíso transgénico de Europa” al estado español, ya que es
el único país de la Unión Europea que cultiva transgénicos a gran
escala mientras la mayoría de los países vecinos han prohibido su
cultivo. Sin embargo, la falta de información al respecto es tan
grande que no se sabe cuántos transgénicos se cultivan ni dónde.
Ni siquiera los datos de la administración estatal coinciden con los
de las comunidades autónomas.
“Hemos acogido durante años más de
la mitad de los experimentos transgénicos en Europa. Además de ser
las puertas de estos cultivos, somos su campo experimental. España
acoge el 67% de los ensayos experimentales al aire libre con cultivos
modificados genéticamente, según la información publicada por el
Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC). Hasta
2010 no se había hecho pública su localización, pese a los graves
riesgos que suponen estos experimentos”, denuncia Ekologistak
Martxan.
Zonas Libres de Transgénicos
Mientras
tanto, otras regiones europeas están tomando un camino muy distinto.
Desde mediados de 2010, más de 170 regiones europeas y 4.700
gobiernos o entidades locales se habían declarado Zonas Libres de Transgénicos “ejerciendo así su derecho soberano a proteger su
economía, su medio ambiente y la salud de sus habitantes”. En la
actualidad, la Unión Europea (UE) tan sólo permite el cultivo
comercial de un tipo de maíz transgénico (MON810), siendo el Estado
español su mayor productor, con pequeñas superficies cultivadas en
otros cinco países. Alemania, Francia, Austria, Hungría, Grecia,
Luxemburgo, Polonia y Bulgaria han prohibido su cultivo. Por citar un
ejemplo similar la caso que nos ocupa, Alemania autorizó por un
breve tiempo el cultivo de una patata OMG y posteriormente en 2013
revocó dicha autorización.
La nueva legislación europea, la
Directiva (UE) 2015/412, consagra la posibilidad de que los Estados
miembros restrinjan o prohíban el cultivo de transgénicos en la
totalidad o parte de su territorio y es por ello una herramienta
fundamental para impedir la propagación de este tipo de cultivos.
Cinco comunidades autónomas se
mantienen libres de cultivo de maíz transgénico: País Vasco,
Principado de Asturias, Cantabria, Castilla y León y las Islas
Canarias y en otras la superficie sembrada es ínfima, “por lo que
es muy fácil desandar el camino”, añade EM.
Desmontando las bondades de los
OMG
Tras más de 20 veinte años después de su introducción en
los mercados, Ekologistak Martxan afirma que existen datos objetivos
para desmontar las supuestas bondades de los cultivos transgénicos.
Por un lado, dicen que ni han aumentado el rendimiento de los
cultivos ni han mejorado la calidad de los alimentos y del medio
ambiente. Tampoco han contribuido a solucionar el problema del hambre
del mundo, y por el contrario, en los principales países productores
los cultivos transgénicos están dando lugar a una preocupante
invasión de malezas resistentes y superplagas y ocasionando
problemas agronómicos, y numerosos informes ponen de manifiesto sus
riesgos económicos, ecológicos y sanitarios.
“En realidad, los cultivos
transgénicos que se comercializan hoy día han sido diseñados con
el objetivo de aumentar las ganancias de la industria química y
farmacéutica que controla gran parte de la investigación
biotecnológica, más preocupada por recuperar las cuantiosas
inversiones realizadas que por los beneficios para la sociedad”,
denuncia EM. Unas pocas empresas acaparan el 100% del mercado de
semillas transgénicas: Dupont, Bayer, Monsanto, Syngenta, BASF y
Dow. Pero además, controlan casi toda la investigación en
biotecnología y el 76% de las ventas de herbicidas y pesticidas a
nivel mundial.
Los cultivos transgénicos contaminan
los tradicionales
Ekologistak Martxan pone el foco también en la
contaminación transgénica de los campos de los agricultores y de
toda la cadena alimentaria, que constituye “una seria amenaza, pues
se ha demostrado que no es posible controlar la multiplicación y
diseminación de los organismos modificados genéticamente (OMG) una
vez liberados en el entorno”. Ya a finales de 2001, el Consejo de
la Producción Agraria Ecológica de Navarra (CPAEN) detectó la
presencia de OMG en las cosechas de dos explotaciones ecológicas de
maíz.
Ekologistak Martxan Nafarroa solicita
al Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración
Local del Gobierno de Navarra, responsable de las autorizaciones, “la
revocación de esta autorización y declarar a Navarra Zona Libre de
Transgénicos, así como que se haga pública la lista de lugares
donde se han cultivado y se cultivan, con fines comerciales o de
experimentación estos organismos modificados genéticamente (OGM)”.
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