Vivimos en plena era del 'boom' por lo
saludable y los alimentos 'bajos en grasas', 'lights' y 'ecológicos'
nos inundan. Pero, ¿qué quieren decir?
Las diferentes denominaciones de los
alimentos pueden originar confusión en
los consumidores / Pixabay
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VERÓNICA LECHUGA
'Eco',
'Bio', 'Light', 'Bajo en grasas'... Esto es solo una muestra de la
cantidad de denominaciones que encontramos en los supermercados
cuando vamos a hacer la compra. Porque de un tiempo a esta parte,
este tipo de alimentación nos ha inundado ante la nueva fiebre
saludable que se ha desatado prácticamente en todo el mundo. Nos
hemos concienciado de la importancia que tiene alimentarse bien,
tanto para la salud como para el medio ambiente. Pero, entre esta
amalgama de denominaciones, ¿sabemos lo que comemos?
Porque,
automáticamente, pensamos que si un alimento lleva alguna de estas
etiquetas, ya significa que es más saludable, cuando muchas veces no
es así. Pero el problema es que no conocemos lo que realmente
quieren decir. Según puso de manifiesto un estudio de Unilever, el 64% de los españoles confunde este tipo de términos, lo que supone
que la mayoría hacemos la compra 'a ciegas'.
Puestos
en contacto con la nutricionista y dietista Judit López Izquierdo,
que tiene su propia consulta en el centro de Madrid, nos ha explicado
qué se esconde detrás de cada uno de esos conceptos que pueblan los
lineales y que nos hacen pensar que nos alimentamos mejor...y a veces
es todo lo contrario.
Para
la experta en nutrición, actualmente existe un "miedo
irracional y muchos mitos" alrededor de la alimentación, sobre
todo con el tema de los transgénicos, que ha favorecido la irrupción
de todos esos productos calificados como 'bio', 'eco' u 'orgánicos'.
Pero, ¿esto qué quiere decir? Para empezar, López Izquierdo señala
que los alimentos 'bio' son los que no se han alterado genéticamente,
es decir, no han pasado por un laboratorio y se han cultivado de
forma tradicional. Si bien esto no lleva implícito que sean más
sanos. "Alterar genéticamente un producto no es malo para la
salud, pues si fuera así no podríamos comer nada de lo que venden
en los supermercados. De hecho, a veces se hace para que los
alimentos sean mejores o sepan mejor", aclara. Por ello, el
hecho de que un alimento sea 'bio' no quiere decir que sea más
saludable, simplemente es que no ha pasado por ningún laboratorio,
va de la tierra a tu mesa.
Por
su parte, los alimentos denominados como 'ecológicos' son los que se
han cultivado de una forma respetuosa con el medio ambiente. Es
decir, algo 'bio', por muy natural que sea, no tiene porqué haberse
cultivado de forma respetuosa, y esa es una diferencia importante
para todos aquellos que cambian su alimentación con el objetivo de
ser más sostenibles. Lo 'orgánico', que completa esta triada de
alimentación 'natural' significa que los alimentos no contienen nada
de químicos.
Pasando
al plano de las dietas y los alimentos que no engordan, o eso se
supone, la nutricionista nos aclara que los productos 'light' "son
menos calóricos que los originales, pues se reduce el nivel de
azúcar o de grasas, habitualmente". Si bien, matiza que "el
hecho de que aporte menos calorías no quiere decir que no contengan
ninguna, simplemente que tiene menos que su producto original". 'Light' es un término más genérico, tal y como explica, si bien
cuando dice 'bajo en grasas' se hace referencia específica a
ese nutriente, pero solo a ese, "porque puede contener otros que
no sean saludables.
Es el
caso de los productos 'sin azúcar', pues como indica Judit, "le
eliminan el azúcar natural pero lo sustituyen por sustancias más
perjudiciales, como el aceite de palma, que contiene grasas
saturadas". En este sentido, la experta señala que la grasa,
"siempre que sea virgen, no es perjudicial, pero el aceite de
palma contiene muchas grasas procesadas". En este sentido, la
doctora diferencia entre alimentos naturales, que son los obtenidos
de la naturaleza, los procesados, que son los que se han envasado,
cocinado o añadido algún ingrediente "y no tienen porqué ser
malos", y los ultraprocesados, "que son los que habría que
evitar porque la manipulación posterior que se ha realizado los ha
aleado mucho de su origen natural".
Por
último, en el caso de la leche y la polémica sobre la conveniencia
de tomar leche entera o no, López Izquierdo señala que el problema
reside en que "la leche desnatada después contiene azúcares
añadidos, que son peores que la nata natural que lleva la leche, que
incluso se recomienda en dietas para adelgazar".
Viendo
que lo que supuestamente es más saludable al final no lo es tanto y
con la cantidad de dietas, consejos y productos que ahora tenemos al
alcance, al final la tarea de comer de forma saludable es incluso más
difícil, ante la diversidad de opciones y las contraindicaciones que
dan unos y otros. ¿Qué debemos comer para estar sanos y no ganar
peso? La doctora lo tiene claro: "tenemos que tender a comer los
alimentos de toda la vida".
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