RAQUEL LEMOS 11.10.2019
- La SQM es una enfermedad que provoca muy baja tolerancia a las sustancias químicas del ambiente.
- Muchos pacientes cuentan que, cuando no se conocía la enfermedad, les decían que se inventaban los síntomas.
Una mujer con una mascarilla puesta.
CSABA DELI / PANTHERMEDIA / GTRES
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La sensibilidad química múltiple
(SQM) es una enfermedad que provoca una muy baja tolerancia a las
sustancias químicas existentes en el ambiente. Así, la
contaminación normal que puede haber en cualquier ciudad o el uso de
lejía para desinfectar un baño son elementos que generan reacciones
adversas en las personas que la sufren.
Algunos ejemplos de los elementos más comunes que suelen estar relacionados con la sensibilidad química
múltiple son la exposición a productos de limpieza del hogar, pero
también los relacionados con la cosmética y la higiene personal
(champús, colonias...). Asimismo, las pinturas, disolventes,
gasolina, asfalto o tabaco también provocan las reacciones que
veremos más adelante. No podemos olvidarnos de los aditivos en los
alimentos (colorantes, edulcorantes, conservantes) y los fármacos.
Además de esto, también las personas
diagnosticadas con sensibilidad química múltiple pueden sufrir
determinadas intolerancias ambientales. La exposición al sol, a las
ondas magnéticas de los electrodomésticos o al ruido muy fuerte
puede provocar que los síntomas de la SQM aparezcan.
Aunque en la actualidad esta enfermedad
es reconocida, hace unos años esto no era así. De hecho, desde la Federación de Enfermedades Raras (FEDER) se comparten diferentes
testimonios de personas que la sufren. Una de ellas afirma que "como
no se conocía" parecía que se inventaba los síntomas, y es
que muchos pacientes han tenido que pasar por la desconfianza de
quienes no sabían nada sobre la sensibilidad química múltiple y,
por ello, sus síntomas fueron ignorados.
Síntomas de la SQM
Los síntomas de la sensibilidad
química múltiple son diversos y los recoge la Asociación de
afectados por el Síndrome de Fatiga Crónica SFC y por el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple SQM. A continuación, exponemos
cuáles son:
- Picor de garganta y tos seca
- Cefalea y embotamiento de la cabeza
- Mal estado general
- Náuseas y vómitos
- Lagrimeo, visión borrosa y picor ocular
- Vértigo y desorientación
- Dificultad para respirar
- Palpitaciones
- Fatiga.
Estos son algunos síntomas de la
sensibilidad química múltiple que, a veces, pueden confundirse con
alergias, falta de vitaminas, migraña o gripe. Por ejemplo, una
persona que en un espacio determinado empiece a estornudar puede
creer que es una reacción normal al polvo o los ácaros, pero no a
esta enfermedad.
Por esta razón, es conveniente tener
en cuenta algunos consejos para que diagnosticar esta enfermedad sea
mucho más sencillo. De esta manera, se podrá informar al médico de
lo que ocurre y conseguir que la sensibilidad química múltiple se
diagnostique adecuadamente.
¿La sensibilidad química múltiple
tiene tratamiento?
El tratamiento de la sensibilidad
química múltiple no es más que, como indica la SFC-SQM, "evitar
la exposición repetida a los agentes precipitantes".
Actualmente, no existe ningún tratamiento específico que pueda
ayudar a las personas que la sufren a evitar esa reacción que tienen
cuando se exponen a ciertas sustancias químicas.
No obstante, como bien hemos mencionado
es conveniente recibir un diagnóstico adecuado para saber cómo
prevenir y reducir la exposición a las sustancias químicas. Para
ello, hay que tener en cuenta si la sintomatología se produce
repetidamente ante la exposición a un mismo agente y si mejora una
vez no se está en contacto con él. Todo esto hay que decírselo al
médico, además de informarle de cuándo empezaron a aparecer los
síntomas que pueden ser varios y no estar relacionados entre sí.
Una vez una persona ha sido
diagnosticada con sensibilidad química múltiple es apropiado que
tome determinadas medidas. Como indica el Protocolo SQM de Urgencias de la Comunidad de Madrid, en el caso de que haya una reacción al
alcohol, en su lugar puede utilizarse povidona yodada, por ejemplo.
De igual manera, las botellas de plástico pueden sustituirse mejor
por botellas de vidrio. Asimismo, el uso de mascarillas puede ayudar
en el caso de tener que estar expuesto a una sustancia química ante
la que el cuerpo reacciona.
Con todo, hay que tener presente que la
sensibilidad química múltiple es una enfermedad que aparece aún
con dosis bajas de una sustancia que es tolerada por el resto de
personas. Prestar atención a los síntomas y remitírselos al médico
de confianza será necesario para tomar medidas que eviten el
malestar y la sintomatología que provoca esta enfermedad que afecta,
de manera importante, a la calidad de vida de quienes la
sufren.
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