martes, 10 de enero de 2012

El síndrome de intolerancia química múltiple o SQM


Termómetro - Instituto de Tecnologías Educativas
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Tecnologías Educativas
Fue descubierta en los años cincuenta. A pesar de que existen evidencias científicas la OMS no la ha reconocido. Actualmente el tratamiento es paliativo.

Su diagnóstico es dificultoso debido a la variedad de síntomas con que puede presentarse; a pesar de ello, es claro que se trata de una enfermedad que afecta más a mujeres que a hombres. En España no existen estudios sobre su incidencia, pero las estimaciones en EEUU indican que el porcentaje de población que la sufre es de entre el 1% y el 12%.

Puede originarse en los sistemas nervioso, respiratorio y gastrointestinal... o en cualquier otro
Es un trastorno fisiológico, adquirido y crónico; sus síntomas se manifiestan en múltiples sistemas orgánicos en respuesta a una escasa exposición a múltiples compuestos no relacionados químicamente. Estos compuestos se encuentran en perfumes, ambientadores, detergentes, tabaco, papel, e incluso alimentos.

Los síntomas aparecen en varios sistemas orgánicos; frecuentemente las primeras alteraciones aparecen en los sistemas respiratorio, gastrointestinal y en el sistema nervioso central, aunque también puede originarse en cualquier otro. Comúnmente el primer síntoma que se suele notar es percibir como insoportables olores que antes no lo eran, pueden aparecer intolerancias a alimentos y/o medicamentos, e intolerancias ambientales; al calor, frío, humedad, vibraciones...

Existen dos formas de desarrollar esta enfermedad; mediante una exposición a altas concentraciones de un agente químico o por continuas exposiciones a bajas concentraciones de dicho agente.

Los pacientes que sufren SQM pueden experimentar una gran incapacidad para hacer vida normal

Esta enfermedad se puede presentar en diversos grados, por lo que no todos los afectados se enfrentan a los mismos problemas sociales. Los principales síntomas según el sistema al que afecta son:
  • Sistema nervioso central: dolor de cabeza, fatiga, irritabilidad, pérdida de memoria, insomnio, cambios de humor, ansiedad y depresión.
  • Sistema músculo esquelético: entumecimiento, debilidad muscular, dolor y falta de coordinación.
  • Sistema cardiovascular: dolor pectoral, taquicardia, hipertensión y palpitaciones.
  • Sistema gastrointestinal: espasmo esofágico, náuseas, vómitos, diarrea recurrente, cambios de apetito, estreñimiento y anorexia.
  • Sistema genitourinario: vaginitis, trastornos en la menstruación, dolor, retención urinaria, impotencia y disuria.
  • Piel, mucosas y ojos: irritación, prurito, eczema, irritación cutánea, dolor de garganta, hinchazón facial e irritación y dolor ocular.
Los síntomas se desencadenan automáticamente cuando el paciente se expone a determinados agentes químicos, incluso cuando estos se encuentran en pequeñas cantidades. Una vez finalizada la exposición los síntomas pueden durar días o semanas.
No existe tratamiento específico, pero sí para paliar los síntomas y controlar el SQM
En este trastorno resulta particularmente importante la prevención; hay que hacer un control ambiental estricto para asegurar que el paciente no entra en contacto con las sustancias a las que es hipersensible.

Esto implica: ingerir exclusivamente alimentos ecológicos, utilizar para la alimentación y el aseo agua filtrada, utilizar máscaras cuando entremos en contacto con atmósferas en las que pudieran estar presentes las sustancias a evitar, usar purificadores de aire, ingerir suplementos vitamínicos, etc.

Existen multitud de estudios científicos que demuestran la realidad de esta enfermedad; en septiembre de 2008 se publicó un estudio en la revista Journal of Nutritional & Environmental Medicine; en mayo de 2009 las profesoras Anne C. Steinemann y Amy L. Davis de la Universidad de Washington publicaron una compilación con más de 100 estudios científicos en los que se demuestran las bases fisiológicas de este trastorno; en octubre de ese mismo año, el Hospital Vall Hebrón publicó un estudio titulado Disfunción Cerebral en la Sensibilidad Química Múltiple; en abril de 2010 se publicó el estudio del IDI Institute de Roma: Definición biológica de la Sensibilidad Química Múltiple a partir del estado redox y del perfil de las citocinas y no de los polimorfismos de las enzimas metabolizadoras de los xenobióticos.

A pesar de toda esta evidencia científica, la OMS todavía no ha reconocido oficialmente esta enfermedad; en España la población que la padece se encuentra prácticamente desamparada, ya que al tratarse de una enfermedad que oficialmente "no existe" el sistema sanitario nacional no otorga ningún tipo de ayuda. Queda patente una vez más que en ocasiones el sistema burocrático carece de la agilidad y flexibilidad que la población necesita.

Copyright del artículo: Francisco José Noriega Zaragoza. Contacta con el autor de este artículo para obtener su permiso y autorización expresa para poder usar o publicar su contenido de forma total o parcial.Francisco José Noriega Zaragoza - Nací en 1984 en el sur de España; desde pequeño mis inquietudes se encaminaron más a las ciencias que a las..

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