08
MAR
2012
por Faris Sanhaji
Jueves, 08 de Marzo de 2012 16:54

En
Finlandia, el Estado del bienestar sigue siendo una realidad
concreta, e incluso más que antes. Cuando España anuncia el
abaratamiento del despido, Finlandia
toma medidas para proteger mejor a sus trabajadores.
Con un crecimiento del 2,9% y el paro al 7,6% en 2011, pero sobre
todo, un rating 'AAA' de parte de todas las agencias de calificación,
Finlandia tiene toda la amplitud para proteger a su población activa
de la mejor manera, y existir en Europa como un modelo económico
alternativo.
A
pesar de sus buenos datos macroeconómicos, las perspectivas en
Finlandia seguían negativas en 2011 por el contexto general de la
Unión europea y la fuerte inflación. El Gobierno conservador,
presidido por Jyrki
Katainen,
decidió apostar
por su mercado interior
sin la menor intención de mejorar la competitividad.
Proteger
los trabajadores y los parados
La primera legislación que ha puesto
en marcha se aplica a los trabajadores temporales, que podrán
beneficiarse de condiciones mínimas y términos de protección en
cualquier trabajo, si no son iguales a las de los empleados de la
empresa a la que han sido incorporados. La Ley de contratos de
empleo, modificada de común acuerdo por los sindicatos, los
empresarios y la administración, incluye medidas de mayor protección
sanitaria y de seguridad, con el objetivo de ayudar a los empleados
quedarse el tiempo más largo posible como población activa.
No
sólo Finlandia protege a sus trabajadores, sino también a sus
parados. La
pérdida media de poder adquisitivo ha sido del 0,6% en 2011,
por lo que las prestaciones básicas por desempleo pasarán de 25,74
euros a 31,36 euros al día, lo que representa un aumento de casi 120
euros al mes. La ayuda a la renta y el subsidio de vivienda también
aumentarán, una persona soltera recibirá 461,05 euros al mes como
ayuda básica a la renta.
El
secreto: el acuerdo
En
octubre de 2011, los interlocutores sociales también crearon un
nuevo acuerdo tripartito, en el que el Gobierno sirvió como
consejero. En fin de aceptar el aumento
de las cotizaciones para pensiones,
los sindicatos obtuvieron la reducción
del impuesto sobre la renta del 0,2%.
Todas las partes se pusieron de acuerdo para elevar los salarios en
una media del 0,6% en 2012, luchar contra la inflación y reducir las
tasas profesionales para aumentar el poder adquisitivo de los
finlandeses. Ese mismo poder adquisitivo que preocupó a los medios y
la población el año pasado, que sufrieron una inflación
media del 3,42% en 2011.
Mejorar las condiciones de vida de los parados, los ingresos de los
trabajadores y las ayudas para la vivienda son las tres principales
soluciones que permitirán ayudar a todos, hasta a los más
vulnerables.
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