ITALIA
|
Sentencia histórica
El teléfono móvil llama al cáncer
Irene
Hdez. Velasco (Corresponsal)
|
Roma
Actualizado jueves 18/10/2012
El
debate científico aún sigue abierto.
Pero para el Tribunal Supremo italiano ya es una certeza: el
uso prolongado del teléfono móvil puede provocar cáncer.
La más alta corte italiana así lo ha establecido en una sentencia
histórica que tiene como protagonista a
un
ex directivo que se pasaba seis horas al día con el móvil pegado a
la oreja y que ahora tiene un tumor cerebral.
Actualizado jueves 18/10/2012
(Ilustración:
Arnal Ballester)
|
Según
los magistrados del Supremo,
la
suya debe de ser considerada una enfermedad laboral porque
la desarrolló en el ejercicio de su profesión al hacer "un uso
prolongado del teléfono móvil".
El
afectado en cuestión se llama Innocente
Marcolini,
tiene 60 años, es natural de la localidad de Brescia y tenía un
cargo importante en compañía local. Durante diez
años se
pasó unas seis horas al día, entre cinco y seis a la semana,
hablando incansable por el teléfono inalámbrico.
Los
jueces han declarado ahora que si ha desarrollado un tumor es
precisamente por el uso desenfrenado que hizo del teléfono
inalámbrico a causa de su trabajo, declarando de ese modo que la
suya es una enfermedad laboral y que debe por tanto
recibir
una indemnización económica.
El
calvario de Marcolini comenzó en 2002,
cuando después de sufrir una semiparálisis facial una resonancia
magnética certifico que padecía un tumor cerebral en el nervio
trigemino izquierdo, próximo a la oreja a la que tenía todo el día
pegado el móvil para así dejar libre la mano derecha y poder
utilizarla para tomar apuntes. Fue operado en Suiza.
"No
he emprendido esta lucha para obtener un resarcimiento económico,
sino porque quería
dejar claro que el uso de los teléfonos móviles comporta un riesgo
que la gente debe saber",
asegura Marcolini en declaraciones al Corriere
della Sera.
Desde
2011 la Agencia Internacional de Investigaciones contra el Cáncer ha
incluido a los teléfonos móviles entre los posibles
agentes cancerígenos,
No obstante, prácticamente
todos
los estudios
a gran escala
han resultado inconcluyentes hasta la fecha.
En cualquier caso, las instrucciones de
muchos de los propios fabricantes de esos aparatos aconsejan
tenerlos a una distancia de 1,5 a 2,5 centímetros de la oreja.
Además, en muchos países las recomendaciones sanitarias aconsejan
que los niños no utilicen teléfonos móviles, ya que su corteza
cerebral es más fina que la de los adultos y las radiaciones que por
tanto les llegan al cerebro por el uso de los inalámbricos son
mayores.
Por ese mismo motivo, numerosos
científicos recomiendan que no duerma jamás con el móvil debajo de
la almohada (como hacen muchos adolescentes) y que se empleen
auriculares para hablar a través de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario