(Artículo
de Juan Llorente, Arquitecto, Especialista en Salud Geoambiental y
responsable de Domosana)
“Los
estándares actuales de exposición a las emisiones de los teléfonos
móviles o inalámbricos no es segura considerando los estudios que
informan de tumores cerebrales a largo plazo y riesgos de neuromas
acústicos.”
En
el año 2011 la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó los
Campos Electromagnéticos de Radiofrecuencia en el grupo 2B, como
“posiblemente
cancerígenos”.
Estos campos electromagnéticos de radiofrecuencia son los que
produce toda la tecnología de comunicación inalámbrica que usamos
diariamente: teléfonos
móviles, teléfonos fijos inalámbricos, wifi, wimax, bluetooth,
antenas base de telefonía móvil, radares…A
poco que indaguemos en Internet veremos que cada vez son más las
personas afectadas y más las investigaciones que relacionan esta
tecnología con diversas enfermedades, desde dolores de cabeza hasta
cáncer.
LA OMS CATALOGA LOS CAMPOS
ELECTROMAGNÉTICOS COMO “POSIBLEMENTE CANCERÍGENOS”
Un grupo de 31 científicos de 14
países se reunió en Lyon (Francia) para evaluar los posibles
efectos cancerígenos del uso de los teléfonos móviles, en mayo del
2011 se publicaron los resultados. Este grupo de trabajo, organizado
por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer
(IARC), que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha
catalogado los Campos Electromagnéticos de Radiofrecuencia como
“posiblemente cancerígenos”,
basándose en el creciente riesgo de contraer glioma, un tipo de
cáncer maligno asociado a la telefonía inalámbrica.
El Dr. Jonathan
Samet (Universidad
de Southern California,
EE.UU.) Presidente del Grupo de Trabajo, señaló que “las
evidencias, si bien se siguen acumulando, son lo suficientemente
fuertes como para respaldar una conclusión y la clasificación 2B.
La conclusión significa que podría haber
algún riesgo y por lo tanto tenemos que vigilar atentamente si
existe un vínculo entre los teléfonos móviles y el riesgo de
contraer cáncer.”
La OMS y la IARC estiman que los
riesgos cancerígenos afectan sobre todo a quienes los utilizan
una media de unos treinta minutos al día, durante unos diez años.
A la vista de los distintos informes y
de la resolución de la OMS, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de
Europa, según la resolución 1815 del 27 de mayo de 2011, pide a los
gobiernos que adopten todas las medidas razonables
para reducir la exposición a campos electromagnéticos.
PROYECTO REFLEX, BIOINITIATIVE REPORT Y
EL INTERPHONE STUDY.
De entre los estudios recientes que han
servido de base para las resoluciones de la OMS y del Parlamento
Europeo cabe destacar el Bioinitiative Report y el
Interphone Study.
En el Bioinitiative Report han
participado 26 científicos expertos en la materia, y han revisado
más de 1500 investigaciones de la literatura científica más
reciente.
Según este estudio: “Los
estándares actuales de exposición a las emisiones de los teléfonos
móviles o inalámbricos no es segura considerando los estudios que
informan de tumores cerebrales a largo plazo y riesgos de neuromas
acústicos.”
Concluye que los estudios mejor
diseñados demuestran un aumento de casi el doble del
riesgo de tumores cerebrales ipsilaterales en relación
con el uso continuado del teléfono móvil, y que, incluso los
estudios peor diseñados indican también un aumento de riesgo para
las personas que han utilizado el teléfono durante más de diez
años.
El estudio Interphone,
creado en el año 2000 y coordinado por la Agencia Internacional de
Investigación sobre el Cáncer destaca en su revisión del 8 de
octubre de 2008:
“Para el glioma, la recopilación de datos de los países nórdicos y parte del Reino Unido mostró un aumento significativo del riesgo de glioma relacionado con el uso de móviles durante un periodo de 10 años o más en el lado de la cabeza donde se desarrolló el tumor. […] En un análisis combinado de datos de Suecia y Dinamarca se observó un aumento no significativo del riesgo de tumores benignos para el uso ipsilateral durante 10 años o más. En un estudio en Israel los resultados sugieren una posible relación entre el uso prolongado del teléfono móvil y el riesgo de tumores de la glándula parótida.”
El doctor David Carpenter, coeditor de
BioInitiative Report y director del Instituto de Salud y Medio
Ambiente de laUniversidad de Albany, explica los resultados de
Interphone diciendo que: “Los resultados finales
del Estudio Interpone realizado durante diez años por la
Organización Mundial de la Salud confirman los informes previos y
revelan lo que muchos expertos han advertido: el
uso regular del teléfono celular por adultos puede aumentar el
riesgo de glioma en un 40% con 1.640 horas o más de uso (es decir,
media hora diaria durante diez años) en el lado
de la cabeza que la mayoría utiliza para realizar llamadas”.
La exposición a las
radiaciones de los teléfonos móviles por debajo de los límites que
se consideran inocuos provoca modificaciones celulares y en el ADN.
Es parte de los resultados del Proyecto Reflex,
desarrollado por 12 centros de investigación de prestigio de 7
países europeos, entre ellos España, realizado entre los años 2000
al 2005 y financiado por la Unión Europea.
El equipo español fue dirigido por la
Dra. Ángeles Trillo, del departamento de Bioelectromagnetismo
del Hospital Ramón y Cajal. Explicó que es indudable que
los teléfonos móvil “se utilizan mucho” y
que “tienen efectos biológicos a nivel celular
y molecular y hay que seguir estudiándolo”
CAMPOS ELECTROMAGNÉTICOS, MELATONINA Y
CANCER.
El profesor José
Luis Bardasano, Director del Departamento de Especialidades
Médicas de la Universidad de Alcalá de Henares y Presidente de la
Fundación Europea de Bioelectromagnetismo y Ciencias de la Salud ha
realizado numerosos estudios sobre la influencia de las radiaciones
electromagnéticas, especialmente de telefonía móvil, en la salud
de las personas.
Sus investigaciones desarrollan la
hipótesis de cómo los campos electromagnéticos inhiben la
producción de melatonina: “La hipótesis de la
melatonina dice que los campos electromagnéticos
inhiben la posibilidad de que la glándula pineal actúe
y no haya melatonina y si no hay melatonina, puede
haber cáncer y entre ellos el de mama. Si hay
radiaciones parecidas a la luz, actúan como si fueran luz, aunque no
las veamos y son continuas (es lo que los alemanes identificaron como
sincronizadores externos adicionales) y resulta que la contaminación
electromagnética, cada día más creciente, está actuando como un
sincronizador, inhibe la glándula pineal y no se produce melatonina
o hay trastornos.”
Habla también de
las posible relación del uso del móvil con el alzhéimer,
en base a las investigaciones del profesor Leif Salford, de la
Universidad de Lundl (Suecia): “Las zonas del
cerebro que se ven más afectadas son aquellas donde están los
estados emocionales, el hipocampo,
y nos encontramos con que el alzhéimer tiene una connotación que es
la alteración o la destrucción del hipocampo. Cada
vez vemos a más gente relativamente joven que usa el móvil y que
empieza a padecer esta enfermedad.”
TELEFONÍA MÓVIL Y MERCADO
La historia del teléfono móvil apenas
tiene 30 años, y su uso a gran escala unos 15. Las últimas
estadísticas hablan de que en 2016 habrá 10.000 millones
de teléfonos móviles en el mundo, se trata sin duda de
la mas reciente revolución tecnológica, y mueve ingentes cantidades
de dinero: en el año 2011 el mercado de la telefonía
móvil alcanzó 1,3 billones de dólares, lo que supone un 2% del PIB
mundial.
PRECAUCIÓN Y USO CONSCIENTE
Nadie pone en duda que los avances
tecnológicos nos facilitan la vida y son de gran utilidad en muchos
casos, pero debemos de ser consciente de sus peligros y limitaciones
y actuar en consecuencia.
A juzgar por el creciente número de
estudios que reflejan los claros efectos en la salud de los Campos
Electromagnéticos así como de los casos reales de enfermedad
relacionados con estos, deberíamos al menos hacer un uso prudente de
estas tecnologías a la espera de que los gobiernos y las normativas
empiecen a preocuparse realmente por la salud de las personas, tanto
a corto, como a medio y largo plazo, y no esperar a encontrar el
mecanismo científico exacto a través del cual se produce la
enfermedad; a día de hoy aun hay cierta confusión sobre los
mecanismos por los cuales el humo del tabaco causa cáncer de pulmón.
El tabaco, el amianto y las
radiografías han sido lecciones de las que deberíamos aprender: si
durante las décadas pasadas se hubiese actuado de forma preventiva y
antes de que la ciencia pudiera demostrar fehacientemente los riesgos
de salud que conllevaban, se hubieran salvado vidas y evitado muchas
preocupaciones.
Torres de antenas de telefonía,
teléfonos móviles, inalámbricos, wifi, torres y líneas de alta
tensión, transformadores, electrodomésticos, todos ellos forman
parte ya de nuestras vidas; nosotros como usuarios tenemos que
aprender a convivir con ellos y los gobiernos tiene la obligación de
establecer las pautas más seguras para su utilización en aras de
preservar nuestra salud.
Juan Llorente
Arquitecto y Especialista en Salud Geoambiental
www.domosana.com
Arquitecto y Especialista en Salud Geoambiental
www.domosana.com
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