En
los últimos años se ha escrito mucho sobre el panga, un pescado que
ha estado rodeado de polémica desde que comenzó a importarse a
España de forma masiva. Esta polémica, que cuestiona su salubridad
y sus métodos de producción, se avivó en Internet el pasado
jueves, cuando se publicó un
artículo al respecto en el diario 20minutos.
Casualmente (o no), ese mismo día la Agencia
Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)
publicó
una reseña sobre este pescado para informar y tranquilizar al
consumidor. En definitiva, ¿es peligroso comer panga o es seguro?
¿Debemos reducir su consumo? ¿Quieres más información sobre ello?
Pues como siempre, comencemos por el principio...
¿Qué
es el panga?
El
panga (cuyo nombre científico es Pangasius
hypophthalmus)
es un pescado blanco de agua dulce que en su fase adulta,
generalmente, llega a medir unos 1,40 metros de longitud y a pesar en
torno a 44 kilogramos
Aquí
puedes ver el nuevo prototipo de Seat. (Sí. Es un chiste muy malo.
Lo sé, pero no he
podido
resistirlo...) (Fuente)
|
Este
pez vive en ríos y lagos del sureste asiático (principalmente de
Vietnam y Tailandia), en los que encuentra las condiciones necesarias
para desarrollarse. Concretamente, es originario de los ríos Mekong
y Chao Phraya, aunque en la actualidad esta especie se encuentra en
muchos otros ríos en los que se ha introducido para su producción
en acuicultura, especialmente en Vietnam, productor de 90% del panga
que se consume en el mundo.
¿A
qué se debe su popularidad en España?
Este
pescado se ha hecho muy popular en España (especialmente en
hospitales, comedores de colegios y residencias de ancianos) por tres
razones fundamentales:
- Es fácil de filetear, y por lo tanto, fácil de preparar, envasar y comercializar.
- Los filetes de este pescado apenas tienen espinas, por lo que es fácil y cómodo de comer.
- Su precio es muy reducido.
Estas
tres razones explican el hecho de que su consumo haya aumentado de
forma espectacular en España desde el año 2004, y de forma más
vertiginosa aún desde el estallido de la crisis económica, hasta el
punto de que se ha llegado a bautizar como "el pescado de la
crisis".
He
aquí un filete de panga. ¿Lo declaramos culpable o inocente?
(Fuente)
|
LA
POLÉMICA
Algunas
personas apuntan que la polémica que rodea al panga no es más que
una campaña de desprestigio orquestada por los sectores pesqueros de
los países afectados (principalmente europeos, y particularmente
españoles, ya que este país es el segundo importador mundial
después de Rusia). Pero como podrás ver a lo largo de este
artículo, el tema no es tan simple. Y es que los aspectos que han
desatado esa polémica son muy numerosos y, en ocasiones, complejos.
A continuación citaremos algunos de ellos, pero nos centraremos
principalmente en los estrechamente relacionados con la alimentación.
Aspectos comerciales
Como
ya habrás podido deducir, la comercialización de este pescado en
nuestro país es algo que provoca un gran
malestar entre los pescadores españoles,
quienes acusan
a los productores asiáticos de competencia desleal.
Y es que el precio del panga es tan bajo que no hay forma de competir
contra él (si nos fijamos exclusivamente en el precio y no tenemos
en cuenta otros aspectos, claro está). Pero, ¿por qué dicen que
esa competencia es desleal? Y ¿por qué tratándose de una especie
producida a miles de kilómetros de España su precio es tan reducido
en este país? Las respuestas a estas preguntas podrás conocerlas a
continuación, cuando veamos la forma en la que se produce este
pescado en su país de origen. Y es que las condiciones de
producción, los requisitos legales y los controles distan mucho
(para mal) de los aplicados en la Unión Europea para otras especies
explotadas en acuicultura.
Aspectos
productivos y medioambientales
Como
ya hemos mencionado, el panga está presente de forma natural en
algunos ríos y lagos del sudeste asiático, pero generalmente se
produce de forma intensiva en zonas delimitadas en las que se les
engorda de manera rápida a base de harina de pescado, soja, mandioca
y vitaminas. Este método de producción lleva asociados todos los
inconvenientes propios de los sistemas intensivos, pero en este caso
son aún más graves y más numerosos debido a la falta de controles.
Una vez que el pescado alcanza el tamaño y peso deseados, se
sacrifica, se filetea y se congela para exportarlo a otros países.
Como
puedes ver en el siguiente vídeo (a partir del minuto 5:00), la
densidad de población en estas granjas es muy elevada, lo que
provoca (cuestiones éticas aparte) una grave contaminación de las
aguas del medio en la que se producen estos peces, afectando
negativamente a esta y a otras especies. Ten en cuenta que un elevado
número de individuos en un espacio reducido produce, entre otras
cosas, cuantiosas emisiones de excreciones y un excesivo consumo del
oxígeno presente en el agua. Otros problemas relacionados con la
producción del panga son la administración de hormonas (para
definir el sexo de los animales y para conseguir que las hembras
puedan desovar sin tener que remontar el río) y antibióticos.
Finalmente, también podríamos destacar el consumo de recursos que
implica el transporte de este pescado desde el otro extremo del
planeta.
Como
puedes imaginar, estas y otras cuestiones en las que no nos vamos a
detener, han provocado continuas quejas por parte de diversos
organismos y de organizaciones ecologistas, como
WWF.
Aspectos
higiénico-sanitarios
Entre
los aspectos más importantes que avivan la polémica en torno al
panga, se encuentran los relacionados con la seguridad alimentaria.
En este sentido, diversas fuentes apuntan a la presencia de numerosos
contaminantes en las aguas de los ríos en las que se cultiva este
pez (principalmente el Mekong), entre las que se encuentran sobre
todo mercurio
y
pesticidas.
En este sentido, la Organización
de Consumidores y Usuarios (OCU)
realizó un estudio en el que se analizó la presencia de estos
contaminantes en panga de diferentes marcas comerciales. Los
resultados mostraron que:
- había presencia de mercurio en 6 de las 29 muestras analizadas, aunque en todos los casos la cantidad se encontraba por debajo del límite fijado por la legislación. Es decir, su consumo no presentaría problemas en este sentido. (Ya hablamos anteriormente del mercurio y su importancia como contaminante en el pescado).
- había presencia de plaguicidas (concretamente de trifluralina, un herbicida con efectos tóxicos) en 4 de las 29 muestras analizadas. No existen límites legales para la este plaguicida en el pescado, pero sí para vegetales, de modo que 2 de esas cuatro muestras los superaron.
El
mercurio es curioso y divertido, pero muy tóxico. (Fuente)
|
Los
pescados importados que se comercializan en España, son controlados
convenientemente por las autoridades sanitarias de los puestos de
inspección fronterizos, donde se comprueba que los productos
proceden de países y establecimientos autorizados por la Unión
Europea así como el cumplimiento de la legislación europea. Estos
controles incluyen controles físicos, realizando análisis de
laboratorio. Si se detectan sustancias prohibidas o no autorizadas,
además de rechazar inmediatamente el producto, se intensifican los
controles de las siguientes expediciones de la misma procedencia y,
en caso necesario, la UE puede adoptar medidas de salvaguardia,
incluso con nuevas inspecciones sobre el terreno y en última
instancia se pueden prohibir las importaciones.Además, sin perjuicio
de los controles a que pueda ser sometido en frontera, las
Comunidades Autónomas también pueden realizar controles cuando el
pescado está ya en los canales de comercialización en España.
Por
otra parte, en relación a los contaminantes, debemos aclarar varios
aspectos:
Por
una parte, en relación a la presencia de mercurio, teniendo en
cuenta que el mercurio es uno de los contaminantes habituales en los
alimentos, y que se encuentra en el mar como consecuencia de la
contaminación industrial y medioambiental, no es de extrañar
encontrar ciertos niveles. Sin embargo, los niveles comentados en la
publicación son tranquilizadores, ya que no superan en ningún caso
el límite legal. Estos niveles han sido fijados con los debidos
márgenes de seguridad, teniendo en cuenta la ingesta semanal
tolerable provisional adoptada por la Autoridad Europea de Seguridad
Alimentaria (EFSA). En nuestra página Web se puede encontrar
información relativa al mercurio en
alimentos:
http://www.aesan.msssi.gob.es/AESAN/web/cadena_alimentaria/subdetalle/qui_mercurio.shtml
http://www.aesan.msssi.gob.es/AESAN/web/cadena_alimentaria/subdetalle/qui_mercurio.shtml
En
cuanto a las recomendaciones al consumidor, cuando se considera necesario, la AESAN publica notas informativas, como ocurrió en mayo
de 2008 con el mercurio en peces de gran
tamaño:
http://www.aesan.msssi.gob.es/AESAN/web/cadena_alimentaria/subdetalle/aesan_mercurio.shtml
http://www.aesan.msssi.gob.es/AESAN/web/cadena_alimentaria/subdetalle/aesan_mercurio.shtml
Por
otra parte, en relación a la presencia de residuos de trifluralina,
hemos de comentar que es una sustancia activa con acción herbicida
cuyos usos no están autorizados actualmente en la UE, no por
cuestiones de seguridad al consumidor sino especialmente
medioambientales, dada su persistencia en el medio marino, su
bioacumulación y su toxicidad para los peces. Respecto a los
peligros para los consumidores que pueda entrañar su presencia en el
pescado, debemos decir que los expertos de la UE (EFSA) coinciden en
que es una sustancia que no tiene efectos tóxicos preocupantes a
corto plazo por su ingesta.
Realizando
una evaluación del riesgo asociada a la ingesta crónica de pescados
con los residuos detectados en la publicación, y teniendo en cuenta
la composición actual de nuestra dieta, se verifica que el consumo
de pescado (todas las especies) con niveles hipotéticos de
trifluralina al nivel más alto encontrado no supondría ni el 1% de
la Ingesta Diaria Admisible para esta sustancia (es decir, la
cantidad máxima de esa sustancia que se podría consumir a diario a
lo largo de la vida sin que se aprecien efectos adversos sobre la
salud).
Así
pues, desde la AESAN se puede concluir que no se identifican
problemas de seguridad alimentaria para los consumidores, incluidos
grupos vulnerables de la población como los niños.
Por
otra parte, también hemos mencionado la utilización de hormonas
y antibióticos en la producción del panga, sustancias que
no tienen por qué afectar necesariamente a la salud del consumidor
si se utilizan de forma adecuada. Es decir, si se administran al
animal a su debido tiempo, estas sustancias son metabolizadas por su
organismo, de manera que en el momento de su sacrificio no tienen por
qué quedar residuos de las mismas. En este sentido, los análisis
realizados por la OCU sobre 29 muestras de este pescado no detectaron
la presencia de antibióticos.
Finalmente,
algunas fuentes indican que las aguas en las que se crían estos
peces contienen una gran concentración de diversos microorganismos
patógenos que llegan hasta el consumidor final. ¿Es esto cierto? En
el artículo de la OCU lo más destacable en este sentido es la
presencia de Escherichia coli en 4 muestras de las 29
analizadas. Esto indica contaminación fecal, pero no nos asegura que
la fuente de esta bacteria sea el agua donde crecieron los peces
(podría deberse a una incorrecta manipulación del producto al
cortarlo, al envasarlo, etc.).
Aspectos
nutricionales
Otra
de las cosas que se dice sobre el panga, es que apenas aporta
nutrientes. ¿Es esto cierto?
Los
aspectos nutricionales más destacables de cualquier pescado son
principalmente su contenido en ácidos grasos insaturados (los
famosos omega 3) y sus proteínas (además de vitaminas y minerales).
Como sabrás, los pescados azules, como el atún, tienen una mayor
cantidad de grasa, y por lo tanto de ácidos grasos omega 3, por lo
que en este sentido son más apreciados que los pescados blancos como
la merluza, o como el panga.
Aprovecho
para recordarte que si eres una persona sana y tu dieta es
equilibrada, no
necesitas
tomar suplementos como los que aparecen en esta imagen. (Fuente)
|
Si
comparamos el panga con otro pescado blanco, como la merluza,
encontramos que, según el artículo de la OCU que ya hemos
mencionado:
- la proporción de proteínas de la merluza fue de 18,7 (g/100g), mientras que la del panga fue de 9,9 (g/100g). (Otras fuentes indican una cantidad de proteínas de entre 13 y 16 g/100g)
- la proporción de ácido omega 3 en la merluza fue de 190 (mg/100g), mientras que en el panga fue de 76 (mg/100g). (Aquí puedes ver más información sobre la composición lipídica del panga).
Esta
composición del panga se debe muy probablemente tanto a las
características propias de la especie, como a la dieta y al método
de producción.
CONCLUSIONES
Como
acabamos de ver, la polémica que rodea al panga se debe a muchos
motivos. Algunos de ellos están relacionados con el sector pesquero,
otros con aspectos medioambientales, con aspectos
higiénico-sanitarios y con aspectos nutricionales. Si nos centramos
en estos dos últimos, que son los que más nos interesan en un blog
como este, podemos decir, siguiendo los consejos de la OCU y de la
AESAN, que:
-
el panga puede presentar ciertos contaminantes, como mercurio o
pesticidas, aunque en cantidades que no son preocupantes. Por ese
motivo un adulto no debería consumirlo más de una vez por semana,
mientras que un niño no debería consumirlo más de una vez cada dos
semanas.
-
el panga contiene muy poca cantidad de proteínas si lo comparamos
con otros pescados, por lo que deberías alternar su consumo con el
de otras especies más nutritivas.
Fuentes
http://www.fishbase.org/summary/SpeciesSummary.php?genusname=Pangasianodon&speciesname=hypophthalmus
http://www.worldwildlife.org/what/globalmarkets/aquaculture/dialogues-pangasius.html
http://ec.europa.eu/fisheries/reform/docs/amadeu_ros_es.pdf
http://www.worldwildlife.org/what/globalmarkets/aquaculture/dialogues-pangasius.html
http://ec.europa.eu/fisheries/reform/docs/amadeu_ros_es.pdf
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