miércoles, 17 de septiembre de 2014

WI-FI: la muerte invisible que está destruyendo a la generación más joven en todo el mundo


Con el auge de la conexión inalámbrica, las redes wifi nos invaden: están en los hoteles, restaurantes, bares de copas, centros comerciales, colegios, oficinas y un largo etcétera. ¿Pero suponen un riesgo para la salud?

La Agencia de Protección Sanitaria de Gran Bretaña, en un estudio realizado en 2007 constató que “la radiación de microondas en el rango de frecuencia de WiFi causa cambios de conducta, altera las funciones cognitivas, activa la respuesta de estrés e interfiere con las ondas cerebrales”. También se mencionan los posibles riesgos para la salud de los niños que asisten a escuelas con redes inalámbricas.

Y es que no hay que olvidar que la radiofrecuencia de los teléfonos móviles e inalámbricos, de las torres de telefonía móvil y de las redes WiFi emiten radiación que de una manera u otra, afecta a las personas que estén dentro de su rango de acción.

El estudio «Interphone», promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicado en «International Journal of Epidemiology», pese a no ofrecer evidencias concluyentes sobre la supuesta inocuidad de los terminales, levanta la sospecha. En una revisión del mismo realizada en Junio de 2010, se aseguraba que por cada cien horas de uso de teléfono móvil, el riesgo de meningioma –tumor cerebral– aumentaba un 26 por ciento.

Fernando Pérez, vicepresidente de la Fundación para la Salud Geoambiental apunta que los pequeños de la casa son los más vulnerables, junto a las embarazadas, personas mayores y enfermos. «Todos los estudios epidemiológicos han demostrado efectos reales de las radiaciones en la salud y el desarrollo de los niños», explica Pérez.

Por supuesto, hay otros estudios que afirman que la exposición a este tipo de radiaciones es inocua. Pero si así fuera, ¿por qué en Europa están tomando medidas?. Uno de los ejemplos más contundentes llega del vecino galo. En Francia, se están eliminando las redes WiFi en bibliotecas, colegios y lugares públicos, «pero en España la legislación data del año 2001, y establece unos límites máximos que son 4.000 veces superiores a los recomendados por los últimos estudios», apunta Pérez.

Por otro lado, existen “informes científicos” que afirman que las redes wi-fi son totalmente inofensivas pero no hay que olvidar que la mayor parte de esos “informes” están pagados por “la alianza WiFi” una asociación que representa a la industria de WLAN, integrada por mas de 200 grandes compañías.

Los síntomas de una alta exposición a redes wifi se manifiestan mediante dolor de cabeza, cansancio crónico, dificultad para dormir, palpitaciones, dolor en el oído e insomnio.

Así que lo mejor es prevenir, sólo por si acaso. Éstas son algunas medidas que pueden protegernos de las radiaciones wi-fi, tanto en la oficina como en la vivienda:

1. Desconectar la conexión cuando no se esté utilizando, especialmente durante la noche.

2. Sustituya el acceso inalámbrico, mediante cable de red, o bien un PLC que le permita usar su propia red eléctrica y enchufes como red local.

3. No abusar del teléfono móvil. Lo mejor es utilizarlo con la función de “altavoz” activada.

4. No utilice teléfonos inalambricos DECT para su vivienda, los cuales emiten grandes dosis de radiación. Si no tiene más opción que utilizar un teléfono inalambrico, mire las opciones tipo ECODECT, que al menos evitan la emisión cuando el teléfono esta descansando en la base.

5. Acudir a un médico especializado para que nos realice una descarga de la radiación que el cuerpo haya podido absorber.

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