He estado leyendo detenidamente la
proposición de ley sobre las SSQM, antes de lanzar aplausos al aire,
puesto que el tema es muy serio y es mucho lo que se juegan los
afectados de las enfermedades de Sensibilización Central SSC, ante
las reformas tanto sanitarias como laborales.
Por este motivo preferí reflexionar
detenidamente, antes de aplaudir, la citada proposición de Ley sobre
la síndrome de sensibilidad química.
Enlace para informarse sobre lo que se
transcribe en el “Diario de sesiones del congreso de los diputadosnº 592“ en las paginas de 12 a 14.
Quiero clarificar que mi valoración, realizada desde el punto de vista profesional y conocedor del tema, y no se ha visto influenciada por ningún criterio partidista ni político, solo lo he desmenuzado, bajo un criterio de análisis y valoración.
Realmente no es para alegrarse, es una nueva oportunidad perdida
La conclusión es que realmente, no es
para lanzar cohetes ni alegrarse mucho, lo más grave es que nos han
manipulado una vez más. Deberíamos denunciar a la comunidad europea
al gobierno español no solo por la no aplicación del CIE 10, aunque
no sea una panacea, sino que tampoco se contempla el CIE 9 referente
a las enfermedades de sensibilización central. Lo que implica no
solo un trato discriminatorio sino también las consecuencias
derivadas del no reconocimiento de dichas enfermedades, tanto en el
ámbito laboral como sanitario y de prestación de ayudas sociales.
Realmente, lo que se puede extraer del
texto es que es una cortina de humo publicitaria mas que en una
entrada de fondo en el tema de la problemática real de la SSQM y las
consecuencias sociales, laborales y medioambientales no reconocidas,
sin entrar a valorar temas técnicos, como pueden ser los ámbitos
competenciales de las distintas comunidades autónomas referente a
sanidad.
Tal vez esperábamos que el gobierno,
independientemente de las calificaciones internacionales ya
existentes, aplicara un plan de abordaje y ayuda hacia los afectados,
un reconocimiento de dicha enfermedad que favoreciera tanto a unas
directrices hacia el estudio de las mismas como aportes academicistas
en el ámbito de formación de profesionales de la salud así como
directrices de control medioambiental, industrial y de protección
social hacia los afectados frente a las reformas sanitarias y
laborales.
Solo se digna a enunciar una voluntad
sobre la aplicación de la CIE correspondiente a dicha patología y
que ya debería haberse aplicado en su momento, repito, según
directrices de la OMS.
Realmente no es para alegrarse ni
aplaudir una obligación que ya deberían haber realizado los
distintos gobiernos de nuestro país.
Lamentablemente, nos han vuelto a dar gato por liebre.
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