La información científica demuestra que la electrosensibilidad es una alteración orgánica por exposición a campos electromagnéticos
Es necesario debatir abiertamente sobre
los problemas de salud relacionados con la contaminación
electromagnética
Ante la reciente noticia sobre la sentencia que concede el reconocimiento de incapacidad permanente
total por síndrome de Electrosensibilidad por el Tribunal Superior
de Justicia de Madrid a un ingeniero de Telecomunicaciones.
Desde la asociación Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud (EQSDS) consideramos como un
avance los fallos judiciales que reflejan y recogen la realidad de
las personas que padecen este síndrome de intolerancia a Campos
Electromagnéticos No ionizantes de origen artificial. Valoramos y
respetamos el veredicto de los jueces que toman sus decisiones
basándose en las pruebas presentadas y apoyados en valoraciones de
médicos y expertos en la materia.
La Sensibilidad Química Múltiple y la electrosensibilidad son problemas de salud asociados al progreso y los factores ambientales. La Sensibilidad Química consiste en una pérdida de tolerancia a sustancias químicas de uso habitual, principalmente sintéticas y en general con algún grado de carga tóxica. En el caso de la electrosensibilidad es la exposición a los campos electromagnéticos la desencadenante de los síntomas. A pesar de una cobertura sanitaria aún deficiente, la Sensibilidad Química cuenta con el reconocimiento en varios países como España. Sin embargo la falta de reconocimiento oficial de la electrosensibilidad supone una dificultad añadida para los afectados que chocan con la incomprensión del entorno y con la ausencia de asistencia por parte de las instituciones públicas y sanitarias. Algunas de estas personas, incapacitadas para trabajar pero a las que se les deniegan las ayudas no tienen más remedio que acudir a la justicia para hacer valer sus derechos. Es cuando se producen sentencias favorables para estos afectados que los medios de comunicación se hacen eco de la noticia. Hace unos meses en Francia se produjo una sentencia favorable para Marine Richard, afectada de electrosensibilidad, y ahora hemos conocido que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha dado la razón a Ricardo de Francisco, un ingeniero de telecomunicaciones afectado de electrosensibilidad, en su demanda contra el INSALUD por el reconocimiento de su Incapacidad laboral. A raíz de estos hechos han aparecido en algunos medios de comunicación ciertos artículos e informaciones que como Asociación de personas afectadas por sensibilidades química y electromagnética queremos puntualizar:
La Sensibilidad Química Múltiple y la electrosensibilidad son problemas de salud asociados al progreso y los factores ambientales. La Sensibilidad Química consiste en una pérdida de tolerancia a sustancias químicas de uso habitual, principalmente sintéticas y en general con algún grado de carga tóxica. En el caso de la electrosensibilidad es la exposición a los campos electromagnéticos la desencadenante de los síntomas. A pesar de una cobertura sanitaria aún deficiente, la Sensibilidad Química cuenta con el reconocimiento en varios países como España. Sin embargo la falta de reconocimiento oficial de la electrosensibilidad supone una dificultad añadida para los afectados que chocan con la incomprensión del entorno y con la ausencia de asistencia por parte de las instituciones públicas y sanitarias. Algunas de estas personas, incapacitadas para trabajar pero a las que se les deniegan las ayudas no tienen más remedio que acudir a la justicia para hacer valer sus derechos. Es cuando se producen sentencias favorables para estos afectados que los medios de comunicación se hacen eco de la noticia. Hace unos meses en Francia se produjo una sentencia favorable para Marine Richard, afectada de electrosensibilidad, y ahora hemos conocido que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha dado la razón a Ricardo de Francisco, un ingeniero de telecomunicaciones afectado de electrosensibilidad, en su demanda contra el INSALUD por el reconocimiento de su Incapacidad laboral. A raíz de estos hechos han aparecido en algunos medios de comunicación ciertos artículos e informaciones que como Asociación de personas afectadas por sensibilidades química y electromagnética queremos puntualizar:
Aunque somos conscientes de que la
existencia de la electrosensibilidad viene a poner en duda la
seguridad de la telefonía móvil, un negocio que mueve en el mundo
dos billones de dólares al año, no deja de causarnos sorpresa y
estupor el tratamiento tendencioso que, desde un supuesto punto de
vista científico, se ha dado a la noticia en algunos medios de
comunicación. Medios que presumen de realizar un periodismo de
calidad publican artículos en los que se niega la existencia de la
hipersensibilidad electromagnética y se desacredita a las personas
que la padecen, omitiendo la base científica que la avala y
dificultando las medidas a tomar para su adecuado tratamiento.
Nos hemos encontrado con titulares como
“La electrosensibilidad usada por un tribunal para dar una
incapacidad no existe según los científicos” o “Sanidad culpa a
las ondas electromagnéticas de una enfermedad que no causan” y con
afirmaciones como: “la electrosensibilidad es una trastorno
psicológico”. Este tipo de informaciones suponen un perjuicio para
un colectivo de personas enfermas que están luchando por mejorar su
salud, conseguir reconocimiento y ayudas para su supervivencia y que
precisan de la comprensión de su entorno para alcanzar las
adaptaciones necesarias a su condición de discapacidad.
Llama la atención que este tipo de
artículos periodísticos sistemáticamente elude ofrecer el punto de
vista de los médicos e instituciones que reconocen este síndrome y
que están alertando del problema de salud que representa la
contaminación electromagnética.
Queremos dejar claro que los
principales expertos que tratan e investigan este síndrome descartan cualquier origen psicosomático y que hay suficiente información científica que demuestra que la electrosensibilidad es una alteración orgánica en respuesta a los campos electromagnéticos. Los médicos
que tratan habitualmente a personas EHS de forma sistemática y con
los protocolos adecuados ven como los pacientes mejoran cuando
consiguen vivir en un entorno con niveles muy bajos de contaminación.
También hemos observado como algunos médicos que se dedican a
opinar sobre este tema no han tratado a personas con
electrohipersensibilidad y algunos incluso no se dedican a la
práctica clínica.
Actualmente hay decenas de miles de investigaciones que encuentran efectos biológicos en los niveles de
exposición a los que estamos expuestos en la actualidad. Cientos de investigadores de todo el mundo expertos en bioelectromagnetismo alertan de posibles riesgos. Omitir esta información además de no
consultar o mencionar el punto de vista de la fuente principal de la
noticia (los afectados) son indicadores de gran parcialidad
periodística.
Desconocemos los
motivos porque estos periodistas actúan con este sesgo. En el mejor
de los casos pudiera ser que por ignorancia utilicen fuentes ya
sesgadas. Lo cierto es que objetivamente este conjunto de
deficiencias es signo de una mala práctica profesional.
Sabemos que la situación seguirá
siendo complicada para las personas afectadas por electrosensibilidad. Un porcentaje elevado de las investigaciones
científicas están financiados por la industria de telefonía móvil
y los resultados de estas investigaciones coinciden con sus intereses. Algunas instituciones internacionales de referencia están en el punto de mira por denuncias de conflictos de interés, al estar
sus decisiones muy mediatizadas por la industria. Los gobiernos son
reacios a aplicar medidas de precaución que pudieran suponer un
freno a la actual y rápida expansión de las tecnologías
inalámbricas, así como a aumentar el gasto socio-sanitario en
nuevas enfermedades. Los grandes medios de comunicación no parecen
interesados en debatir sobre las implicaciones para la salud de las
nuevas tecnologías inalámbricas. Sin embargo el problema va a
requerir nuestra atención: cada vez son más las personas que se
dirigen a nuestra asociación para buscar información que les ayude
a manejar adecuadamente este síndrome/discapacidad.
Especialmente
preocupante nos resulta el aumento de casos en menores. Por todo esto
desde aquí felicitamos a los medios de comunicación que tratan este
tema con ecuanimidad y rigor periodísticos en aras al derecho de
información.
Creemos que la sociedad tiene que tener
acceso a toda la información científica disponible sobre los
riesgos de la exposición crónica que padecemos en la actualidad
para poder realizar un consumo consciente y trazar las políticas más
convenientes en salud pública.
Afortunadamente existen investigadores
independientes, y jueces dispuestos a reconocer sus derechos a
trabajadores y trabajadoras damnificados por la otra cara de este
progreso, un tipo de contaminación que no se ve pero que tiene
demostrados efectos en la salud.
EQSDS. Electro y Químico Sensibles por
el Derecho a la Salud.
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