miércoles, 13 de febrero de 2013

SQM. SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE. DOCUMENTACIÓN BÁSICA.

Existe. La Sensibilidad Química Múltiple existe. O el Síndrome de Sensibilidades Químicas Múltiples, o la Intolerancia Ambiental ¿Idiopática?. Y no solo son reales, sino que además está documentado, incluso por organismos oficiales. Esta entrada solo pretende ser una breve muestra.

Quizás, como documento inicial debemos citar el capitulo 13 CONDICIONES DEL ENTORNO de la Enciclopedia de la Salud de la OIT, en que Mark R. Cullen define la Multisensibilidad Química, y es significativa la introducción en que señala "Desde el decenio de 1980 se conoce un nuevo síndrome clínico en medicina medioambiental y del trabajo, caracterizado por la aparición de diferentes síntomas tras la exposición niveles reducidos de sustancias químicas artificiales, aunque todavía no existe una definición ampliamente aceptada. Este trastorno puede afectar a individuos que han sufrido un solo episodio o episodios repetidos de un accidente químico, como una intoxicación con un disolvente o un pesticida. Posteriormente, muchos tipos de contaminantes medioambientales presentes en el aire, los alimentos o el agua pueden provocar una gran variedad de síntomas a dosis inferiores a las que causan reacciones tóxicas en otras personas".

También a nivel a nacional existe literatura científica especializada. Y así el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en la NTP 557: Intolerancia ambiental idiopática (IAl): sensibilidad química múltiple (SQM) y fenómenos asociados, redactada por el biólogo Jordi Obiols, viene a afirmar que la intolerancia ambiental idiopática se define (Sparks, 2000) como "un trastorno adquirido con síntomas recurrentes múltiples, relacionado con múltiples factores ambientales tolerados por la mayor parte de las personas y que no se explica por ningún trastorno médico o psiquiátrico". Lo más importante de esta definición es que su amplitud es mayor que la del síndrome de SQM (y la de enfermedad ambiental, EA), denominaciones a las que debería sustituir, aunque con sus variantes aún se siguen empleando, y trata, además, de centrarse en otros padecimientos, con etiquetas difíciles de establecer, reconocidos en pacientes que refieren síntomas que ellos atribuyen a exposición ambiental, como el "síndrome del edificio enfermo" y el "síndrome de la Guerra del Golfo".

E incluso el Ministerio de Sanidad ha elaborado, con la colaboración de los más prestigiosos expertos médicos en la materia el conocido como SQM, DOCUMENTO DE CONSENSO. No han sido pocas las páginas y discusiones a que ha dado lugar dicho documento, pero, a pesar de todas las quejas que pueda suscitar, como mínimo supone la aceptación oficial de la existencia de la enfermedad.

Y, aún podemos ir más allá y recopilar algunos trabajos de carácter médico recientes, como pueden ser el trabajo de María Alarcon Sensibilidad Química Múltiple: Diferencias epidemiológicas, clínicas y pronósticas entre las de origen laboral y no laboral, avalado por instituciones tan prestigiosas como la UPF, el Hospital Clínic de Barcelona, y tutelado por profesionales del prestigio médico de Joan Benach o Santiago Nogué.

Y, entre los estudios médicos más clásicos, deben ocupar un lugar destacado el conocido trabajo de los doctores Fernàndez Solà y Nogué Xarau denominado Sensibilidad Química Múltiple y Ambiental, realizado en el marco de una intensa investigación en las Unidades de Toxicoloogía y Fatiga Crónica (SFC) del Hospital Clínic de Barcelona.

Incluso cabe mencionar al prestigioso neumólogo del Servei de Neumologia del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, el doctor Ramon Orriols, en su conocido trabajo Sensibilidad Química Múltiple en que manifiesta"....No obstante, la SQM es una enfermedad crónica y en muchas ocasiones invalidante para el paciente. Es imprescindible que se trate su problema con comprensión, interés y seriedad.Tratamientos conductuales, psicoterapéuticos y la mejora de aspectos cognitivos en la evaluación del olor se han mostrado útiles en determinados pacientes".

Este ha sido un simple repaso entre aquellos documentos, de carácter oficial, en que se define la SQM, se caracteriza y se analiza incluso su etiología.
Acabo esta entrada como la empecé. La SQM EXISTE, está presente, y quienes han enfermado nos están avisando del entorno tóxico en que vivimos. Quizás esas personas enfermas actúen como "centinelas" -la expresión no es mía, se la robo a Judith-, y quizás cuando queramos reaccionar sea tarde.

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