UN INFORME SOBRE CHICOS CONTAMINADOS
POR FUMIGACIONES EN CORDOBA
Convivir con los agroquímicos
Un estudio presentado en el juicio que
se sigue en Córdoba a dos ruralistas y un piloto acusados por las
fumigaciones en el barrio Ituzaingó Anexo muestra que de 142 chicos
de esa localidad hay 114 que tienen agroquímicos en su organismo.
Por
Darío Aranda
Sobre 142 niños del barrio cordobés
Ituzaingó Anexo, a 114 se les detectó contaminación con
agroquímicos, según reveló un estudio oficial durante el juicio
que realiza contra dos productores y un fumigador por presunta
contaminación. “El 80 por ciento de los chicos tiene agroquímicos
en sangre”, explicó la médica
Inés Flamini, de la Unidad de Pronta
Atención 28 (UPA, centro de salud vecinal), una de las responsables
del informe sanitario. La médica reveló que viven niños con hasta
cinco y seis herbicidas e insecticidas en el cuerpo, e incluso se
detectó presencia de agroquímicos en chicos fuera del barrio. “Es
una prueba más de que el modelo afecta la salud, ya no se puede
ocultar”, resumió el abogado que inició la causa, Darío Avila.
En 2005, la Municipalidad analizó la
sangre de 35 chicos del barrio Ituzaingó Anexo, lindero a campos de
soja y donde se multiplicaban las denuncias por contaminación. Los
resultados fueron contundentes: 23 tenían agroquímicos en sangre
(no hubo presencia de otros contaminantes). En 2010, en el marco de
la flamante Comisión Nacional de Investigación sobre Agroquímicos
del Ministerio de Salud, se estudió a 142 chicos de 1 a 14 años.
“Estudios de biomarcadores de
exposición en población infantil del barrio Ituzaingó Anexo” es
el nombre formal del trabajo en el que se analizó a niños de “buen
estado de salud” (clínicamente detectados) y se excluyó a quienes
tenían enfermedades, estaban con algún grado de desnutrición y a
quienes consumían medicamentos. Se analizó la presencia de plomo,
cromo, arsénico, PCB (elemento presente en transformadores
eléctricos) y plaguicidas.
Los resultados no se habían difundido
hasta la última semana, cuando comenzaron a llegar los análisis a
las familias. En el marco del juicio, el miércoles, la doctora Inés
Flamini, responsable de la UPA del barrio Ituzaingó, explicó que el
trabajo no fue concluido, pero adelantó los resultados: el 80 por
ciento de los chicos tiene entre dos y seis agroquímicos en sangre.
Además, contó que algunos aviones
solían sobrevolar el barrio. Lo mismo afirmó Eduardo Molina, médico
clínico de la UPA del Barrio Ituzaingó, y recordó que el 1º de
febrero de 2008 pasó un avión amarillo y luego se le irritaron los
ojos y tuvo dificultades para respirar. Molina afirmó que en sus 30
años de ejercicio de la medicina nunca había visto (como sí
vivenció en Ituzaingó Anexo) tantos casos de diabetes e
hipotiroidismo.
“Esto confirma la contaminación del
modelo agropecuario sobre todo el barrio, ya que los 142 chicos eran
de distintas cuadras. Y además derriba el argumento de que las
enfermedades son por diversos contaminantes. El estudio determinó
que plomo, cromo y otros contaminantes estaban por debajo de lo
permitido, mientras que los agrotóxicos están por arriba y son los
que afectaron la salud de los chicos”, explicó Cecilia Carrizo,
del Colectivo Paren de Fumigar Córdoba, que reúne a más de veinte
pueblos de la provincia.
En el mismo estudio se tomó como
referencia de análisis una población de 62 niños de afuera del
Barrio Ituzaingó Anexo (“grupo control de referencia”, común en
protocolos de estudios epidemiológicos). Darío Avila, abogado que
inició la denuncia del actual juicio y acompaña a las Madres de
Ituzaingó, presenció la declaración de la doctora Inés Flamini.
“El estudio confirma la gravedad de las fumigaciones en el
Ituzaingó Anexo, pero también en el resto de los chicos cordobeses,
donde el resultado también fue grave: la mitad del ‘grupo control’
de afuera del barrio tiene hasta dos agroquímicos en sangre. Es una
prueba más de que este modelo afecta a las ciudades y no sólo a las
que están linderas a los campos”, afirmó.
En la primera jornada del juicio, los
abogados defensores sorprendieron con la presentación como “prueba”
de un informe elaborado en mayo pasado por “técnicos de la
Universidad Nacional de Córdoba” que probaría la presencia de
agroquímicos en el Parque Sarmiento (en el centro de la ciudad,
barrio Nueva Córdoba, a una cuadra de la ciudad universitaria). La
argumentación de los acusados es demostrar que en muchas zonas de la
provincia hay presencia de agroquímicos, incluso donde no se fumiga
(como en el centro de la ciudad). La intención es sostener que
Ituzaingó Anexo puede tener agroquímicos, pero que ello no implica
que se haya fumigado el barrio.
Los dos fiscales (el de acusación,
Marcelo Novillo Corvalán, y el de instrucción, Carlos Matheu)
rechazaron la prueba por “no ser pertinente” y por no tener
“vinculación en tiempo y espacio” con los hechos de la causa.
Sin embargo, el abogado de la querella, Miguel Antonio Martínez,
solicitó al tribunal la aceptación del informe como prueba.
Martínez explicó que los agroquímicos en el centro de la ciudad
demuestran la peligrosidad de los tóxicos, su permanencia y la
deriva. El tribunal aceptó incluir el informe en el expediente y
analizarlo en el transcurso del juicio.
Mauricio Berger, del Colectivo Paren de
Fumigar, recordó que “desde hace años” denuncian la “deriva
descontrolada” de agrotóxicos por superficie y aguas subterráneas.
“Que en el Parque Sarmiento haya agrotóxicos demuestra que las
consecuencias del modelo agropecuario llegan a la ciudad”, explicó.
“Los cultivos transgénicos sujetos a
fumigación cubren 22 millones de hectáreas y afectan, directa e
indirectamente, a 12 millones de habitantes. Los agrotóxicos llegan
a sus casas, escuelas, parques y fuentes de agua”, detalla la Red
Universitaria de Médicos de Pueblos Fumigados en su Informe del
Primer Encuentro Nacional y destacan que los cánceres,
malformaciones y trastornos reproductivos registran “incrementos
alarmantes”.
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