Publicado
por fedesparkinson
el
11 de marzo, en NOTICIAS,
PÁRKINSON
AL DÍA
Un estudio publicado en Current Biology
demuestra por primera vez indicios de “memoria de origen” (source
memory) en un animal no humano. El descubrimiento abre la posibilidad
de crear nuevos modelos animales experimentales que reproduzcan
trastornos de la memoria.
La Source Memory (Memoria de origen)
De entre las diversas formas de memoria
identificadas por los científicos en el mundo animal, algunas se
consideran que son exclusivamente humanas. Una de ellas era la
“memoria de origen” (source memory en inglés).
Un ejemplo de fallo de memoria de
origen sería, por ejemplo, cuando alguien le vuelve a explicar un
chiste o una anécdota a la misma persona que le había explicado esa
misma historia. La persona que narra la anécdota o chiste olvidó el
origen de la información –cómo le había llegado- pero no la
información recibida.
Las personas emplean la capacidad de usar
información de origen para elaborar recuerdos de ciertos episodios y
para distinguir un evento o episodio de otro. Hasta ahora se creía
que los animales no humanos tienen formas de memoria más limitadas,
adquiridas por medio de repetición (los reflejos condicionados de
Pavlov): hábitos, más que memoria consciente. Por tanto, el tipo de
fallos de memoria de origen asociados a la enfermedad de Alzheimer se
creía que estaban fuera del alcance de mentes no humanas. Un nuevo
estudio publicado en Current Biology desmiente esta idea.
Nuevas vías de investigación
El descubrimiento, afirma el autor
principal del estudio, implica “fascinantes posibilidades” tanto
con respecto a la investigación de la biología evolutiva como la de
los mecanismos biológicos de la memoria, así como para la
investigación de nuevos tratamientos para enfermedades que afectan a
la memoria como el Alzheimer, el Parkinson o la enfermedad de
Huntington, o trastornos como la esquizofrenia, la depresión o el
trastorno por estrés postraumático.
Este nuevo descubrimiento podría
permitir crear nuevos modelos animales de trastornos de la memoria,
lo cual a su vez abre nuevas vías de investigación sobre estas
enfermedades. Los investigadores pueden ahora investigar en ratones
de laboratorio los trastornos de un tipo de memoria que hasta ahora
se creía que era una característica exclusivamente humana. Si se
pueden exportar tipos de conducta como fallos de la memoria de origen
a modelos de animales transgénicos, se podrá también crear modelos
clínicos para la investigación y el tratamiento de enfermedades.
Empleando chocolate como cebo, el
estudio se compuso de cinco experimentos conductuales. En los dos
primeros, los ratones tenían que recordar dónde habían obtenido el
chocolate: para obtenerlo, tenían que recordar datos precios, como
por ejemplo si estaba cerca del comedero o si tenían que recorrer
cierta distancia. El tercer y el cuarto experimento demostraron que
la memoria de origen de los ratones persistía durante una semana, lo
cual descartaba otros tipos de memoria que sólo duran un día en
ratones. En el quinto y último, los investigadores desactivaron
temporalmente el hipocampo de los ratones, el área del cerebro que
se encarga de la memoria de origen. Si el hipocampo no funcionaba,
entonces los ratones no podrían tener memoria de origen; esto fue lo
que ocurrió.
El estudio, por tanto, ha aportado
pruebas experimentales de que los roedores tienen memoria de origen;
no obstante, el mecanismo biológico subyacente todavía está por
investigar. El siguiente paso, afirman los investigadores, será
investigar las áreas del hipocampo asociadas a la memoria episódica,
hasta descubrir las regiones del hipocampo asociadas a la memoria
episódica a corto y largo plazo, para así definir vías
neuro-anatómicas.
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