“No se trata pues de un debate
técnico de normativas, se trata en realidad de una de las grandes
batallas de la alimentación del futuro”, sostiene el autor
17 julio 2015
En Europa se está debatiendo una nueva
legislación para regular la alimentación ecológica de una forma
más restrictiva. Parece que el principal argumento que se ha dado
para abrir este debate son las actuales deficiencias en el sistema de
control de este tipo de alimentación, pero lo que en realidad
esconde es una batalla política por el control del sector. Según
como acabe esta nueva legislación se podría favorecer los intereses
de las grandes empresas y expulsar al campesinado.
Los últimos años en España y en el
resto de Europa existe una tendencia cada vez mayor por la
alimentación ecológica. Se trata de una cambio de tendencia
profundo que está modificando la actitud y comportamiento de amplios
sectores de consumidores hacia la alimentación. España se ha
convertido en el país con mayor superficie de la UE dedicada a la
producción ecológica, con 1,6 millones de hectáreas de cultivo.
El factor clave para entender este
cambio de patrón está en el valor social en aumento de la salud y
su relación estrecha con la alimentación. Hace no muchos años la
agricultura ecológica estaba denostada no solo por los grandes
operadores de la alimentación, sino por los medios de comunicación
y arrinconada por la propia Administración pública. La última
década se han producido cambios profundos, por una lado el avance
del modelo agroecológico en la institucionalidad por parte
fundamentalmente de la FAO, que ha puesto este modelo como una de las
líneas estratégicas fundamentales para luchar contra el hambre y el
cambio climático, y por otro el aumento de iniciativas locales de
productores y consumidores que han ido ensanchando esta alternativa a
la alimentación industrializada en manos de grandes corporaciones.
La producción ecológica por tanto ha
germinado y se ha desarrollado desde los modelos de agricultura local
y de pequeña escala, aún con las numerosas trabas impuestas por la
propia administración pública, especialmente en España, que en su
negativa de adaptar la normativa europea sobre las medidas higiénico
sanitarias, como si han hecho otros países, ha estancado su
crecimiento. Imponiendo la misma normativa a cumplir por ejemplo a
una quesería artesana que a una industrial, con el objetivo último
de favorecer a las grandes empresas e impedir el crecimiento de
competencia en un territorio dónde las multinacionales no pueden
competir. Cabe recordar que países como Italia o Francia, alrededor
el 20% de las explotaciones hacen venta directa, en España apenas
llegamos al 3%.
Esta tendencia por la alimentación
ecológica ha sido analizada como no podía ser de otro modo por las
propias multinacionales de la alimentación industrial y están de
una manera clara desarrollando estrategias de marketing, productos,
narrativas etc. para suplir esta demanda, aprovechando su fortaleza
en cuanto a capacidad de promoción y medios de comunicación así
como de la debilidad de canales propios de distribución de la
agricultura local. Pero aun así, los grupos y cooperativas de
consumo se han ido expandiendo, cada vez podemos encontrar más
tiendas, mercados etc..
Por tanto la estrategia se le ha
quedado corta a la industria y ahora necesita ir más allá. Para
ellos sería perfecto que existieran nuevas regulaciones, adaptadas a
sus características y que favorezcan su modelo de producción y
suponga una gran barrera para la expansión de los sistemas
alimentarios locales basados en la soberanía alimentaria. Ahora que
nos encontramos con la iniciativa de la UE de lanzar un nuevo
reglamento sobre la producción ecológica las presiones de la
industria serán enormes.
Ellos saben perfectamente que no se
trata pues de un debate técnico de normativas, se trata en realidad
de una de las grandes batallas de la alimentación del futuro. Se
trata de dirimir en manos de quién queda la alimentación del
futuro, del campesinado y los consumidores o en manos de las grandes
corporaciones como hasta ahora.
Javier Guzmán es director de VSF
Justicia Alimentaria Global
No hay comentarios:
Publicar un comentario