Ecologistas en Acción pide a la
alcaldesa, Clara Luquero, que Segovia no sea un ‘conejillo de
indias’ de las capacidades 5G, por los posibles riesgos para la
salud y el medio ambiente
Madrid, 22 de enero de 2018. Telefónica
presenta el proyecto ‘Ciudades Tecnológica 5G’, cuya primera
actuación consiste en desplegar en un plazo de tres años
(2018-2020) las capacidades 5G en dos ciudades españolas, Segovia y
Talavera de la Reina, cuyos regidores, Clara Luquero y Jaime Ramos,
escuchan, en un acto con la estética propia de las grandes empresas
tecnológicas, las bondades de esta iniciativa, que cuenta con la
colaboración de Nokia y Ericsson.
Se dibuja un mundo maravilloso. Con 5G,
la velocidad de la conexión a Internet será muy superior a la
actual. Se podrá tener hasta 100 veces más de dispositivos
conectados en el hogar. Los ciudadanos conectarán sus vehículos con
las infraestructuras viales, para mejorar la seguridad y la gestión
del tráfico. La telemedicina será una realidad. Y se podrán
pilotar drones por control remoto… “La tecnología del futuro se
hace realidad con el proyecto Ciudades Tecnológicas 5G”, señala
Telefónica en una nota de prensa, donde también se asegura que
“Segovia y Talavera de la Reina serán un laboratorio vivo de las
capacidades del 5G”.
Pero el escenario idílico que se
presenta no es del agrado de todos. Y Ecologistas en Acción, una
confederación de más de 300 grupos ecologistas de todo el Estado
español, muestra su “honda preocupación” por la posibilidad de
que Segovia y Talavera de la Reina se conviertan en un “laboratorio”,
dado que “no se han experimentado previamente en un laboratorio,
como debería hacerse con cualquier tecnología antes de extenderla,
los efectos que las nuevas frecuencias puedan tener sobre células in
vitro o sobre animales”. De este modo, Ecologistas en Acción de
Segovia entiende que “ser pioneros en este tema va a implicar que
las personas y el medio ambiente nos convirtamos en objeto de
experimentación, no solo de los detalles tecnológicos de
implementación sino también de los efectos biológicos que puedan
producirse sobre sus habitantes y sobre otros seres vivos”.
En una reciente carta remitida a la
alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, este colectivo se declara
contrario a la implantación de la tecnología 5G, pues la energía
asociada a las bandas 5G es superior a la energía asociada a las
bandas ya desplegadas, en las que ya se ha comprobado su efecto
nocivo para la salud. En vista de tal situación, Ecologistas en
Acción apela a la “sensibilidad y responsabilidad” de Luquero
para “reconsiderar la posición del Ayuntamiento ante la propuesta
de Telefónica”. De igual forma, los ecologistas piden iniciar un
proceso de información pública y un debate abierto sobre el
proyecto, evitando así que pueda parecer que se supedita el derecho
a la salud de la ciudadanía a unos potenciales beneficios de tipo
económico.
Ecologistas en Acción también critica
que en los medios de comunicación “solo hemos oído hablar de las
ventajas del proyecto”, en referencia a los puestos de trabajo que
se generarían o la rapidez a la hora de navegar por Internet, “pero
no se ha hecho mención a los potenciales riesgos ni a los
llamamientos y resoluciones que se acumulan solicitando precaución”.
“Tecnología sí, pero segura y con garantías”, prosigue
diciendo la carta remitida a Luquero.
Los críticos con el proyecto ‘Ciudades
Tecnológicas 5G’ dicen tener “confianza” en que la regidora de
Segovia, el equipo de Gobierno y el resto de la corporación “serán
responsables y decidirán defender la seguridad y salud ciudadanas
por encima de cualquier interés económico y político a corto plazo
que no cuente con las garantías suficientes”.
Para acabar el escrito, los ecologistas
realizan una serie de peticiones a Luquero, comenzando por la de que
“en las condiciones actuales, no permita el despliegue del 5G en
nuestra ciudad, hasta que pueda hacerse con las debidas garantías de
salud para la ciudadanía y para el medio ambiente”. También se
reclama “transparencia”, dado que, a su entender, el proyecto
‘Ciudades Tecnológicas 5G’ “se ha desarrollado hasta ahora con
total opacidad”. En ese sentido, se demanda la realización de una
evaluación de impacto ambiental, de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 6 de la Ley 21/2013, de 9 de diciembre; y la realización
de una evaluación de impacto en salud, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 35 de la Ley 33/2011, de 4 de octubre,
General de Salud Pública.
“En caso de darse luz verde a este
proyecto estaríamos ante una decisión histórica que expondría a
nuestra ciudad a la experimentación de una tecnología que, hasta
donde sabemos, no cuenta con garantías suficientes de inocuidad”,
concluye el texto de Ecologistas en Acción.
Más de 180 científicos de un total de
36 países remitieron el pasado año un escrito a Jean-Claude Juncker
en el que se instaba a la Unión Europea a aplicar el ‘Principio de
Precaución’, a fin de evitar los riesgos sobre la salud de la
población.
El Principio de Precaución permite
reaccionar rápidamente ante un posible peligro contra la salud
humana, animal o vegetal, o para proteger el medio ambiente. De
hecho, en caso de que los datos científicos no permitan una
determinación completa del riesgo, el recurso a este principio
permite, por ejemplo, impedir la distribución de productos que
puedan entrañar un peligro para la salud o incluso proceder a su
retirada del mercado.
“El Principio — se señala en la
carta— requiere que nos detengamos hasta tener la evidencia de que
no hay daño, no detenernos cuando ya tengamos evidencia del daño.
Esto significa que el aumento masivo de la radiación de las
frecuencias 5G debe ser detenido hasta que los científicos
verdaderamente imparciales hayan demostrado que la exposición total
aumentada en 5G no causará daño a niños, bebés y fetos”.
Los firmantes dicen saber que “al
menos 2.000 artículos científicos revisados por pares” confirman
que los actuales 2G, 3G, 4G y WiFi —incluso antes de que se agregue
5G— “pueden causar muchos tipos de graves daños a la salud no
solo para los seres humanos sino también para los árboles, huevos,
pájaros, abejas y otros animales salvajes”. Por ello mismo,
entienden que “tenemos motivos razonables para temer efectos
potencialmente peligrosos para el medio ambiente y la salud humana,
animal o vegetal”. “Un aumento adicional de la radiación en el
caso de añadir 5G puede contribuir a una pandemia mundial”,
advierten.
Distintos trabajos han advertido también que la
tecnología 5G solo es efectiva a corta distancia, por lo que se
requerirá el despliegue masivo de transmisores 5G y de antenas, que
se traducirá en un aumento de la exposición obligatoria a toda la
población. “Este hecho —indica Ecologistas en Acción— es
especialmente grave para aquellas personas ya diagnosticadas como
electrohipersensibles, que podrían verse abocadas a abandonar la
ciudad en un desahucio forzoso que violaría sus derechos más
elementales”.
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