Es médico psiquiatra con 39 años de
ejercicio en el Sistema Nacional de Salud. Nació en 1950, en
Ponferrada, en 1973 se licenció como médico y en 1976, tras tres
años de formación en el Dptº de Psiquiatría de la Cátedra de
Psiquiatría de Santiago de Compostela, obtuvo el Título de
Especialista en Psiquiatría. Desde entonces, y hasta junio de 2008,
ha desarrollado su ejercicio profesional como psiquiatra clínico en
el Complejo Asistencial Universitario de León. Desde esa fecha fue
nombrado Jefe del Servicio de Psiquiatría de dicho Hospital, siendo
ahora su trabajo más de gestión que clínico”.
Este psiquiatra
habla de cosas que tienen mucho sentido común. Y su concepto
“desmedicalizar” a los pacientes está calando hondo. Esta
entrevista no tiene desperdicio, especialmente cuando se refiere a la
hiperia…
LA HIPERIA Y LOS MÍSTICOS
-¿Cómo definiría
exactamente la hiperia?
-Como una función cognitiva de nuestro
cerebro mediante la cual, y por medio de la activación de un
numeroso grupo de neuronas a la vez, accedemos a vivencias
extraordinarias que se caracterizan por ser: repentinas, muy
intensas, automáticas y que se acompañan, además, de sensación de
clarividencia y casi siempre también de convicción telepática.
Para entender mejor de qué tipo de vivencias hablamos sirve de
ejemplo el déjà vu, esa convicción repentina y automática de que
el instante que estamos viviendo en un momento determinado ha sido
vivido ya de forma exactamente igual en el pasado. Es una vivencia
que prácticamente hemos experimentado todos.
-¿Por qué compara
una depresión melancólica o el trastorno bipolar con la noche del
espíritu de San Juan de la Cruz?
-Porque leyendo las obras de
este místico del Siglo de Oro español se comprueba que en ellas
describe con todo lujo de detalles las dos fases que conforman el
trastorno bipolar, a saber: la fase de depresión melancólica y la
fase de exaltación maníaca. La descripción que hace este monje
carmelita, tanto de la fase depresiva como de la fase de exaltación
gozosa, es tan detallada y precisa que uno no puede por menos que
pensar que está narrando las vivencias que él mismo ha
experimentado. Pero el no las interpreta como patológicas sino como
pruebas purificadoras y éxtasis religiosos que le envía
Dios.
EPILEPSIA E HIPERIA
-¿Cuántas clases de epilepsias
hay?
-Simplificando mucho se pueden resumir en: ataques
epilépticos generalizados y ataques epilépticos parciales. Nos
interesan los segundos porque en ellos la conciencia está conservada
y es precisamente durante esos ataques epilépticos parciales cuando
aparecen en nuestra conciencia las vivencias hipéricas, como por
ejemplo: el déjà vu que acabamos de describir… pero también
alucinaciones o visiones y audiciones que los demás no perciben,
súbitas convicciones irrefutables, como, por ejemplo, la creencia
absoluta y repentina de que soy un elegido y profeta de Dios, o
aparecen ataques súbitos de melancolía junto con los contarios de
éxtasis gozoso sin causa alguna que explique esos repentinos y
bruscos cambios de humor. Los neurólogos interpretan esas vivencias
como ataques epilépticos parciales y los psiquiatras las interpretan
como síntomas de diferentes trastornos psiquiátricos. En cambio los
místicos las interpretan como señales divinas y la hiperia
lassinterpreta como manifestaciones cognitivas de nuestro cerebro, o
sea, como intuiciones clarividentes de nuestra mente.
-¿Por qué
esta clase de enfermedades suelen empezar siempre en la
juventud?
-Porque la hiperia, como todas las demás funciones
cognitivas (aprendizaje, memoria, inteligencia matemática o musical,
capacidad motora, etc.), alcanza su máximo desarrollo hacia los
16-18 años para luego ir debilitándose progresivamente a lo largo
de la vida.
-¿Qué relación hay entre místicos, artistas y
enfermos mentales?
-Que todos ellos son muy proclives a la
hiperia, es decir, todos ellos tienen una fuerte predisposición
hereditaria a experimentar esos fenómenos hipéricos de los han
dejado constancia en sus escritos. Todos tenemos un cierto grado de
predisposición hereditaria para la hiperia pero esta tendencia es
mucho más marcada en místicos, artistas y enfermos
mentales.
SOBREDIAGNOSTICACIÓN
-¿Crees que en nuestra
sociedad actual hay un abuso de diagnósticos psiquiátricos? ¿Por
qué?
-Sí, mucho. Me atrevería a decir que muchísimo: no es
lógico que la mitad de los norteamericanos sean diagnosticados de un
trastorno psiquiátrico, tasas que son ya prácticamente iguales en
todos los países occidentales. Es incomprensible y absurdo que
hayamos llegado a una situación en la que cada dos personas sea
diagnosticada de enfermo mental. No hay razones ni científicas ni
clínicas que justifiquen ese número de diagnósticos.
-¿Hay
también un uso excesivo de psicofármacos para todo tipo de
enfermedades mentales y trastornos?
-Sí, claro. Lógicamente el
abuso de diagnósticos que referíamos antes se traduce en un abuso
similar del empleo de psicofármacos. Los actuales manuales
diagnósticos (DSM-5 y CIE-10) han flexibilizados enormemente los
criterios que permiten hacer un diagnóstico psiquiátrico con lo que
ahora prácticamente cualquier variedad de comportamiento puede
etiquetarse como un trastorno psiquiátrico que requiere tratamiento
con psicofármacos, tratamiento que en muchísimos casos se
recomienda que sea para toda la vida sin que haya argumentos
científicos que justifiquen esos tratamientos indefinidos.
-¿Qué
tipo de terapia alternativa aconsejaría a un enfermo
mental?
-Cualquier tipo de terapia que promueva el desarrollo
integral de la persona, es decir, cualquier técnica que contemple al
ser humano, no como compuesto de cuerpo y mente por separado, sino
que lo conciban como un todo indivisible y que, por tanto, tiene que
ser abordado mediante herramientas dirigidas a la globalidad de la
persona: estilo de vida natural con alimentación y ejercicio físico
equilibrados, contacto armónico con la naturaleza, meditación y
otras técnicas encaminadas a promover nuestra vida interior,
etc.
DESMEDICALIZANDO
-¿Cómo se empieza la desmedicalización
de un enfermo?
-Haciendo una evaluación psiquiátrica completa la
cual permite decidir si se puede ir disminuyendo el suministro de los
psicofármacos. Esa retirada gradual de los medicamentos ha de
acompañarse de un soporte del paciente a fin de que pueda ir
comprendiendo los conflictos emocionales que generaron la supuesta
enfermedad mental. En muchos casos es posible retirar la medicación
por completo y conseguir que el sujeto asimile lo que hasta entonces
era una “etiqueta psiquiátrica” no como una enfermedad, sino
como una parte de sí mismo que no había sido capaz de aceptar y
manejar adecuadamente.
-¿Qué síntomas favorables acontecen en
el enfermo cuando se empieza un tratamiento de desmedicalización?
-En
primer lugar, desaparecen los afectos de sedación, cansancio e
intensa falta de motivación que producen los psicofármacos. La
segunda fase de mejoría consiste en esa aceptación e integración
de problemas emocionales y psíquicos que hasta entonces le habían
resultado intolerables, lo cual en gran medida era debido al estigma,
sufrimiento y autodesvalorización que estaban provocando en él el
diagnóstico de enfermo mental y la medicación, que anulaba su
capacidad de tomar decisiones y de actuar en consecuencia.
EXPLICANDO
A LOS FAMILIARES
-¿Cómo le explicaria al familiar de un enfermo
mental que lo que tiene éste no es una patología sino fases de
clarividencia?
-De la misma manera que se le explica al “enfermo
mental”. Los familiares se encuentran en este terreno tan perdidos
y desinformados como los propios “afectados”. Y como ellos,
sufren enormemente con situaciones psiquiátricas que nunca acaban de
resolverse sino que se prolongan de por vida.
-¿Por qué es tan
necesaria la desmedicalización de miles y miles de pseudoenfermos
mentales?
-Para que puedan volver a ser personas autónomas como
las demás.
-¿Qué dicen otros psiquiatras de sus teorías y de
abogar por la desmedicalización?
- Pues la verdad… ¡no dicen
nada! Excepto unos pocos psiquiatras extranjeros —algún italiano,
francés, belga, argentino, norteamerticano o un grupo de doce o
trece psiquiatras japoneses que próximamente viajará a león para
conocer el Servicio de Psiquiatría que dirijo— los demás, es
decir, los españoles están callados como muertos. Intuyo lo que
puede significar ese silencio pero lo que es decir… ¡ellos no
dicen nada! ¡Al menos hasta ahora!
-¿Hay algunas plantas
medicinales que pueden ayudar en los procesos de
desmedicalización?
-Le confieso que mi desconocimiento sobre esa
materia es absoluto. Esa pregunta debería hacérsela, por ejemplo, a
mi buen amigo Josep Pàmies, quien lleva tantos años luchando por
una medicina basada en remedios naturales. Luchando y sufriendo
afrentas y persecuciones por parte de los diferentes poderes
públicos.
UNA SOCIEDAD LOCA
TARADOS POR EL
PLACER
-¿Por qué nuestra sociedad está tan loca?
-Porque se
ha instaurado un sistema en el que el único valor parece ser el
consumo de placeres corporales, habiéndose perdido el concepto de
persona como ser que forma una unidad armoniosa con el resto del
Cosmos. Quiero creer, y esa es mi esperanza, que los individuos se
resisten a esta pérdida de valores. Pero el grupo, que siempre es
más que la suma de los individuos que lo componen, ha llevado a la
sociedad occidental por esos derroteros. Afortunadamente se
vislumbran ya esperanzadoras señales de cambio.
Sara B. Peña
MIRANDO LA PSIQUIATRÍA DESDE OTRO PUNTO DE VISTA
Se
trata de una página web que se ha ido elaborando a lo largo de ocho
años y que actualmente está inmersa en un movimiento de cambio y/orenovación del modelo de asistencia psiquiátrica. El nuevo enfoque
propuesto pretende eliminar las principales insuficiencias del actual
modelo asistencial: 1º. Abuso de diagnósticos (el 50% de la
población USA tendrá al menos un diagnóstico psiquiátrico en su
vida); 2º. Uso excesivo de psicofámacos con tratamientos de por
vida para el trastorno bipolar y para el trastorno esquizofrénico
sin razones que lo justifiquen.
A lo largo de los últimos
diecisiete años el autor ha ido publicando libros y artículos en
revistas neurocientíficas internacionales, en los que se preconiza
una hipótesis innovadora respecto a la naturaleza e interpretación
de variadas manifestaciones psíquicas. Esta bibliografía constituye
el fundamento teórico de dicha hipótesis, a la que denominamos
hiperia.
La hiperia es una función cerebral en la que, merced al
encendido de un gran número de neuronas a la vez (automatismosmentales), aparecen en la conciencia una serie de vivencias
psíquicas, las cuales se presentan siempre con las mismas
características fenomenológicas: son repentinas, automáticas y muy
intensas. Estas sincronías implican un corte brusco del normal
discurrir de la conciencia que, quedando de pronto fuera del control
de la voluntad, permite la irrupción de una penetrante vivencia
pasiva que es experimentada siempre por el sujeto como algo
extraordinario que le llena de asombro y extrañeza.
Hasta el
presente estas vivencias psíquicas vienen siendo catalogadas, bien
como síntomas de crisis epilépticas parciales, o bien como síntomas
de diferentes trastornos psiquiátricos. Por el contrario, la
hipótesis de la hiperia las considera normales, ya que son la
expresión de una función cognitiva de nuestro cerebro, la cual
todos poseemos en mayor o menor grado y que es la encargada del
conocimiento intuitivo y/o telepático.
Esta nueva interpretación
de lo que hasta hoy se consideraban manifestaciones psíquicas
patológicas supone un cambio muy importante de toda la psiquiatría:
en primer lugar en cuanto a la clasificación y al diagnóstico de
los trastornos psiquiátricos, pero sobre todo respecto al enfoque
terapéutico que hay que dar a estas vivencias psíquicas. De ahí la
denominación de Nuevapsiquiatría.
Esta nueva concepción,
además, puede arrojar alguna luz sobre las insuficiencias y
contradicciones que presenta la psiquiatría actual, las cuales no
sólo lla an una y otra vez la atención de los psiquiatras con
experiencia clínica, sino que incluso sorprenden a los médicos
jóvenes que se inician en el estudio de dicha especialidad
médica.
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